Dos delincuentes atracaron la tarde del martes una farmacia del polígono de San Pablo. Irrumpieron en la botica sobre las siete y veinte minutos, con los rostros cubiertos por cascos de motoristas y armados cada uno con un hacha. Uno de ellos entró primero y se dirigió al mostrador, accediendo al lugar donde estaban las boticarias. Les dijo que si les entregaban el dinero no les iba a pasar nada. 

Las empleadas no se resistieron mientras el atracador manipulaba el cajón en el que se guardaba la recaudación de la jornada y buscaba más dinero. Unos instantes después, entró en el local el segundo de los asaltantes, también armado con un hacha. Se dirigió al mostrador por la parte de fuera, rompiendo la cinta de seguridad que la botica tiene para mantener las distancias por el coronavirus y derribando algunos de los artículos que había en un estante cercano.

El atraco duró apenas medio minuto, como puede verse en las imágenes captadas por una de las cámaras de seguridad de la farmacia. Los delincuentes se marcharon una vez obtuvieron un pequeño botín. Después huyeron en una moto que habían dejado aparcada en un lateral del establecimiento, donde fueron vistos por un vecino mientras se daban a la fuga. El delito se cometió con una clienta en el interior del local.

Sólo robaron dinero. En ningún momento pidieron medicamentos, tranquilizantes ni nada parecido. La Policía Nacional ha abierto una investigación sobre los hechos. Un equipo de la Policía Científica estuvo realizando una inspección ocular en la botica y se analizan las grabaciones para tratar de identificar a los asaltantes.

Este es el segundo atraco a mano armada que sufre esta misma farmacia en menos de tres meses, después de que un delincuente irrumpiera en la misma armado con una pistola. Sucedió el 16 de septiembre y el ladrón fue detenido unos días después. Este delincuente había actuado media hora antes en otra farmacia de Pino Montano, y el día anterior en una panadería de Sevilla. Se caracterizaba por ir a cara descubierta, sin llevar ni siquiera la mascarilla obligatoria.

Además de estos dos atracos, el negocio ha sufrido en los últimos años numerosos robos con fuerza y le han fracturado el cristal con mazas en varias ocasiones. El responsable del mismo tuvo que afrontar que el seguro no quisiera renovar su póliza y se vio en la obligación de colocar persianas de seguridad, pese a que tenía ya cristales blindados. Ahora, el negocio está abierto al público pero con la puerta cerrada y se requiere pulsar el timbre antes de entrar.

La Policía busca ahora a los dos asaltantes de la botica de San Pablo y trata de averiguar si son los mismos individuos que irrumpieron el 4 de diciembre en otra farmacia de Pino Montano (distinta a la que desvalijó el de la cara descubierta). En esa ocasión, también entraron dos delincuentes con los rostros cubiertos con cascos de motoristas. Llevaban una pistola y un machete, si bien sólo se lograron llevar 20 euros de una clienta, que estaba pagando en el momento en que entraron los atracadores y dejó el dinero en el mostrador.

También se sospecha que pueden ser los mismos autores que los que robaron hace unos días en un supermercado de la calle Amor, muy cerca del Parque Amate.