La Policía Nacional detuvo la madrugada del sábado a tres jóvenes de entre 20 y 23 años que cometieron un robo con violencia en la calle Trabajadores Inmigrantes, en el distrito Macarena de Sevilla. Los arrestos se llevaron a cabo en un tiempo récord, puesto que sólo pasó una hora desde el robo hasta las detenciones de los autores. Además, se han recuperado los objetos sustraídos, que se han devuelto a su propietario.

Los hechos sucedieron la madrugada del sábado sobre las 03:10 horas, cuando la víctima fue abordada en la calle por tres individuos, que le colocaron un objeto punzante en el cuello. Así, le obligaron a entregarles dinero en efectivo y una tarjeta de crédito, de la que le pidieron el número PIN. La víctima les dio la clave sin prestar resistencia, dada la situación de pánico que sufría. 

Cuando los ladrones se fueron, el hombre se encontró con una patrulla de la Policía Nacional, en concreto de los indicativos Tauro, del Grupo Operativo de Apoyo (GOA). Esta unidad trabaja siempre de noche en funciones de seguridad ciudadana. La víctima explicó a los agentes lo ocurrido y aportó una descripción de los asaltantes. Según su relato, uno de ellos llevaba una sudadera roja y el pelo recogido en una coleta, otro vestía una sudadera de varios colores y el objeto punzante con el que le amenazaron era también de color rojo.

La Policía estableció un dispositivo de cierre de la zona en la que ocurrieron los hechos, para lo cual se coordinaron varias patrullas. Los agentes comprobaron que, dos horas antes del robo, una dotación de la Policía Nacional había identificado en el Polígono Norte a tres delincuentes cuya fisonomía coincidía con las características descritas por la víctima. 

El dispositivo se centró en este barrio. En una hora, los agentes interceptaron y detuvieron a los sospechosos en la calle Hermano Pablo, una de las vías más conflictivas de la ciudad, en la que es común el tráfico de drogas. Los policías recuperaron el dinero sustraído (un billete de veinte euros) y la tarjeta bancaria de la víctima. Además, se intervino el objeto punzante de color rojo, que era un martillo para romper cristales.

Cuando le devolvieron la tarjeta a la persona que había sufrido el robo, los agentes fueron informados del intento de utilizar la tarjeta bancaria sustraída en un cajero automático. Los ladrones intentaron extraer mil euros, pero no lo lograron porque introdujeron un PIN erróneo. Los tres detenidos responden a las iniciales B. A., A. J. y S. B.