Sevilla

Los divorcios caen en Sevilla un 11% en el último año

  • Los abogados de familia advierten que la crisis económica está provocando un incremento del incumplimiento de las medidas económicas acordadas en el divorcio

Los juzgados de familia reciben cada año menos demandas de divorcio y separación, otro de los efectos colaterales de la crisis económica. Las últimas estadísticas del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ponen de manifiesto una caída del 11,24% en el número de divorcios y separaciones registrados en el último trimestre de 2011, en comparación con el mismo período de 2010.

En los cuatro últimos meses de 2011 se registraron en Sevilla un total de 1.360 divorcios -660 consensuados y 700 no consensuados- y 69 separaciones -40 consensuadas-, mientras que en el mismo periodo de 2010 se contabilizaron 1.506 divorcios y 104 separaciones. La elevada distancia que existe entre el número de divorcios y separaciones se explica por la aprobación del denominado divorcio exprés, en julio de 2005, que simplificó los trámites legales de la ruptura, al determinar que no era necesario pasar por la separación para lograr el divorcio. La ley sólo exige para tramitar el proceso que lo solicite uno de los cónyuges, sin que el otro pueda oponerse ni el juez rechazar su petición.

La crisis económica ha influido en la caída de los divorcios, puesto que muchas parejas optan por mantener su vínculo matrimonial por las dificultades que conlleva una ruptura, sobre todo si la situación se ve agravada además porque uno o ambos cónyuges se encuentren en el paro o hayan visto reducir sus ingresos familiares.

Los abogados de familia advierten de que la crisis está provocando un incremento de los incumplimientos de las medidas económicas acordadas en la sentencia de divorcio, lo que da lugar a demandas de ejecución de sentencia y a una mayor carga de trabajo sobre los juzgados de Familia. Así lo explica la experta en derecho de Familia María Pérez Galván, que señala además que en la actualidad se observa cómo muchas familias divorciadas "no pueden seguir afrontando el pago de la hipoteca de la vivienda familiar, el coste de los colegios privados, o determinadas actividades extraescolares de los hijos". Si no se alcanza un acuerdo sobre cómo reorganizar las partidas económicas, hay que acudir nuevamente al juzgado.

La crisis de los últimos años ha hecho que aumenten de manera considerable los clientes que acuden a los despachos de abogados al haber cambiado sus circunstancias económicas, por los despidos, ERE's, reducciones salariales o nuevas cargas familiares derivadas de la necesidad de adquirir una nueva vivienda tras el divorcio. "Todo esto da lugar a que se revisen las sentencias dictadas en su día, por el cambio sustancial en las circunstancias de las partes y/o de los hijos comunes, con la finalidad de reajustar las partidas económicas a las nuevas circunstancias", asegura María Pérez Galván, que añade que estas demandas están "desbordando el trabajo de los juzgados de Familia en una proporción similar o incluso superior que los divorcios directos.

La letrada explica sobre el descenso de las separaciones que, al introducirse la reforma del divorcio en el año 2005, la mayoría de los matrimonios acude al divorcio en lugar de a la separación previa, "quedando la separación como algo muy residual para los casos de creencias religiosas, expectativas de una reconciliación, personas mayores y poco más". En cuanto a la reducción de los divorcios, la abogada considera que hay que ponerlo en relación con el descenso de los matrimonios, sobre todo de los canónicos frente a los civiles, y también con las crisis y las rupturas de las parejas de hecho, porque cuando tienen hijos en común estas rupturas también se tramitan en los juzgados de Familia. María Pérez Galván asegura que esta situación está generando "mucho trabajo" en los juzgados de Familia, dado que la regulación es muy similar a la del divorcio.

La abogada apuesta por que "impere el sentido común y se eviten enfrentamientos innecesarios que finalmente repercuten en toda la familia y, lo que es peor y más lamentable, en los niños, que son las víctimas silenciosas de los malos divorcios".

1.360

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios