El dueño de un bar de Sevilla carga contra un influencer tras una dura reseña en redes: "Ha querido subir el vídeo con inquina"

El creador de contenido cuestionaba la limpieza, la decoración y la textura de las hamburguesas del bar sevillano.

El dueño de un bar de Sevilla carga contra un influencer tras una dura reseña en redes / TikTok

Las redes sociales se han convertido en los últimos años en un escaparate fundamental para bares y restaurantes, donde los vídeos de creadores gastronómicos pueden catapultar o hundir un negocio. Es lo que ha ocurrido recientemente en Sevilla, donde el conocido influencer ‘Cenando con Pablo’, que acumula cercar de un millón de seguidores en TikTok, ha publicado un vídeo sobre la hamburguesería ‘Bendito Placer’, ubicada cerca del Cerro del Águila, generando una fuerte polémica.

En su grabación, el creador de contenido describe el local como “un bar muy cutre con las mesas de Pepsi”, critica que “no hay donde secarte las manos en el baño” y que “el pestillo no funciona”. También cuestiona la calidad de las hamburguesas, asegurando que “esta carne ni de coña la bolean ellos”, que estaba “un poco dura” y que “no la disfruto”.

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El vídeo, acompañado de un largo mensaje, expone su versión de los hechos: “Me han querido pagar para que no lo publique, pero así no funcionan las cosas. He puesto tiempo, interés, ganas, cariño, gastos... y un monto de dinero no va a condicionar lo que opine. Seguiré durmiendo tranquilo”.

‘Cenando con Pablo’ insiste en que su trabajo es contar lo que vive “con luces y sombras” y añade: “Si quieres que vaya a tu restaurante para que hable bien de él, mejor llama a otro”.

La respuesta del dueño del bar

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Tras la publicación, Javier, dueño de la hamburguesería ‘Bendito Placer’, respondió con su propio vídeo en TikTok, visiblemente molesto. El empresario asegura que el contenido del influencer perjudica gravemente la imagen de su negocio, y niega haber intentado sobornarlo: “Vengo a hacer mi vídeo después del que ha subido Pablo. Mi negocio va dentro de mis posibilidades, por eso, por ejemplo, tengo mesas de Pepsi. Si no tengo para secar las manos en el baño y el otro está cerrado es porque estamos terminando una obra. Literalmente abrí para que él pudiese venir al negocio”.

Javier afirma que nunca se negó a pagar por el trabajo, sino todo lo contrario: “Fui el primero que le dije que le pagaba el editor y los gastos de transporte. Incluso llegué a ofrecerle 1.000 euros”. Además, sostiene que el vídeo del influencer “se ha hecho con inquina” y lamenta que este haya querido publicarlo “aun sabiendo que podía perjudicar al negocio”.

Un negocio familiar que pide “una oportunidad”

En su mensaje, el hostelero intenta apelar a la comprensión del público: “Somos un bar de barrio de una familia humilde que quiso invertir y emprender con un presupuesto muy limitado. Tomamos medidas porque el vídeo podía afectar negativamente a nuestro negocio. Muchas gracias de verdad a todos, y si de veras podéis darnos una oportunidad, no os defraudaremos”.

La polémica ha dividido a los usuarios en redes entre quienes defienden la libertad del creador de contenido para opinar y quienes critican el poder desmesurado que pueden tener las reseñas virales sobre pequeños negocios.

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