El desarrollo económico de la provincia de Sevilla ha evolucionado de manera "muy positiva", pero insuficiente para mantener algún tipo de liderazgo a nivel nacional. De hecho, existen en la actualidad otras provincias en España que se sitúan por detrás de la sevillana y avanzan mucho más rápido, por lo que no es descartable que en breve plazo puedan incluso superarla si no se desarrolla una política económica adecuada, según concluye un informe sobre la posición relativa de Sevilla respecto al resto de provincias españolas, elaborado por el servicio de estudios de la Cámara de Comercio.

El estudio analiza hasta 10 parámetros económicos -desde la población hasta el Producto Interior Bruto o el número de empresas- a partir del año 2000 y llega a la conclusión de que "Sevilla no ha variado considerablemente su posicionamiento en el panorama nacional o incluso ha mejorado", pero advierte que a la hora de comparar con el resto de España "existen algunas provincias más dinámicas y en las que estas variables están presentando un comportamiento comparativamente mejor". El estudio de la Cámara de Comercio señala concretamente los casos de Alicante, Málaga y Murcia: "Sevilla crece, mejora su posición respecto a otras provincias en algunos parámetros analizados, pero no lo hace al mismo ritmo que otras provincias como Alicante o Málaga, por ejemplo, cuyo ritmo de actividad es muy fuerte, bien por sus planes de desarrollo, políticas económicas o planes de inversión".

No obstante, la provincia de Sevilla ha ido creciendo prácticamente en todos estos parámetros estudiados, incluso en la mayoría de los casos por encima de la media nacional. El informe establece que la evolución de la economía sevillana desde principios de este nuevo siglo "se puede considerar positiva". Desde el año 2000 han experimentado un crecimiento importante la población, el Producto Interior Bruto (PIB), el número de empresas, los activos, ocupados, las exportaciones, las importaciones y se ha reducido el paro, "y en la mayoría de los casos lo ha hecho más intensamente que en el conjunto nacional". Aunque vuelve a apostillar que "la existencia de una economía globalizada obliga a analizar la economía en un entorno más amplio para ver cómo se comporta el resto de territorios. Ello nos hace constatar que existen otras provincias que lo están haciendo mejor que nosotros y nos debería llevar a analizar el porqué".

Este crecimiento desigual que se da entre Sevilla y estas provincias como Alicante, Murcia o Málaga se observa en el peso que representan algunos de estos valores a nivel nacional. En el caso del PIB, por ejemplo, Sevilla representa el 3,35% del total nacional, mientras que Valencia supone el 5,02% y Alicante el 3,38%, lo que muestra que ya participa más que Sevilla del total nacional. Murcia y Málaga siguen por debajo, pero han crecido a un ritmo mayor que el sevillano. En el PIB per cápita, por su parte, la provincia sevillana ha crecido en estos años hasta alcanzar el 81,6% de la media nacional, pero también han crecido, y lo han hecho con mayor intensidad, Murcia y Málaga. Las provincias de Alicante y Valencia han reducido este porcentaje, aunque todavía se mantienen muy por encima.

En el apartado del tejido empresarial, las estadísticas que hablan del continuo crecimiento del número de empresas en Sevilla no muestran, sin embargo, "que lo ha hecho menos que otras provincias". El estudio pone de manifiesto que "no sólo se ha acrecentado la diferencia existente con Alicante (115.491 y 140.145 empresas, respectivamente), sino que Málaga se está acercando mucho". En una línea similar se mueven los valores sobre creación de sociedades mercantiles, donde la evolución también positiva en Sevilla -creció hasta el 3,7% del total nacional- queda relativizada por el hecho de que "lo es más en otras provincias, con lo que la participación en el agregado nacional de Alicante y Málaga sigue creciendo y siendo superior a la de Sevilla, mientras que la de Murcia viene acortando distancias".