Sevilla

La emotiva carta de una residente de cirugía a sus pacientes: "Ven a urgencias cuando estés enfermo de verdad"

  • "He visto a compañeros enfermar por no tener EPIS", asegura la doctora Patricia Cremades

La cirujana Patricia Cremades.

La cirujana Patricia Cremades. / M. g.

Se llama Patricia Cremades Belmonte y hace tan sólo unos días ha terminado su residencia en la especialidad de cirugía en un hospital público de Segovia. Antes de culminar su formación, la doctora ha escrito una emotiva carta a sus pacientes, a los que invita a acudir a urgencias sólo "cuando estés enfermo de verdad".

La doctora comienza su misiva recordando la alegría que siente por acabar su especialidad, pero que se ve "enturbiada" por la actual crisis del coronavirus y por el "sufrimiento". Así, señala que ha visto a compañeros "enfermar por no tener EPIS", a sus amigos dejar a sus familias en casa "por un trabajo peligroso y mal pagado, renunciando a vacaciones, haciendo turnos y guardias extra por aquellos que estaban de baja. Muchos han perdido a miembros de su familia, y no han podido llorarles".

Patricia Cremades se queja por las críticas de los políticos, porque "los gobiernos continúan su campaña de desprestigio a nuestra profesión: "el personal sanitario se contagió por viajar", "ha habido suficientes respiradores para aquellos que los han necesitado", "han fabricado material por sí mismos porque era un estímulo y se sentían útiles". Eso le lleva a la cirujana a lamentar que la profesión sanitaria "siempre ha sido una profesión maltratada, y no veo ningún signo en el sistema de que vaya a cambiar" y así "esconden tras vuestros aplausos la tragedia que vivimos día a día".

Ante el plan de desescalada, recuerda que cada día los médicos miran "ansiosos a la puerta de urgencias, preguntándose y rezando para que la segunda oleada no llegue jamás".

La misiva señala que como no puede confiar en el gobierno, sólo le queda el llamamiento a sus queridos pacientes. "Esto es algo que sólo te puedo pedir a ti: ven a urgencias cuando estés enfermo de verdad. Cuando estés allí a las 3 de la mañana, y el médico que te atienda esté cansado, piensa que a lo mejor ha visto 40 pacientes en las últimas horas. Cuando te vea el médico en consulta, piensa que el retraso que a ti te irrita, son horas extras para él y probablemente, se las quita a su familia para atenderte. Cuando te expliquen que tu hernia va a pasar por una lista de espera de 3 meses, piensa que otros pacientes tienen cáncer. Cuando tu cirujano te diga que hay que operar cuando ayer había que esperar, créele", explica la doctora.

La doctora escribe que ha "derramado lágrimas" por sus pacientes cuando algo fue mal y seguramente, lo seguirá haciéndolo, pero también guarda buenos recuerdos: "Me has regalado momentos maravillosos que atesoraré siempre, me has emocionado con cartas de agradecimiento, dibujos y conciertos de violín improvisados". Por último, Patricia Cremades agradece los aplausos de los pacientes y de los usuarios de la sanidad pública, pero recuerda que lo que necesita realmente es su "confianza y respeto", para que "toda esta carrera, todas estas lágrimas, todo este sufrimiento, merezcan la pena", concluye.

La carta completa de la doctora Patricia Cremades Belmonte a sus pacientes es la siguiente:

"Querido paciente, hoy me faltan 10 días exactos para terminar mi residencia. Lo que debería ser una transición enmarcada de alegría y felicidad, se halla enturbiada por esta situación incierta que vivimos actualmente.

Intentaré explicarme; hace 25 años que sé que quiero ser cirujana. Llevo 15 años, desde el instituto, esforzándome por ser lo que voy a conseguir dentro de 10 días. Y, no te voy a engañar, he derramado muchas lágrimas por el camino. Debería estar planeando una comida de despedida con mi servicio, contando las guardias que me quedan, dando abrazos a todos los amigos que he hecho por el camino, a todos los que me han acogido como a un miembro de su familia, a los que me han ayudado, que han sido muchos.

Este final, está marcado por el sufrimiento. Por ver a compañeros enfermar por no tener EPIs, por mis amigos que dejan a sus familias en casa por un trabajo peligroso y mal pagado, renunciando a vacaciones, haciendo turnos y guardias extra por aquellos que estaban de baja. Muchos han perdido a miembros de su familia, y no han podido llorarles. Otros residentes han asumido responsabilidades que no eran suyas, muchos especialistas han desempolvado el fonendo para ayudar a nuestros compañeros internistas y neumólogos. Los anestesistas han abierto UCIs donde no las había; con su admirable trabajo han dado un paso al frente y se han hecho cargo de todas esas "camas extras" que te puede parecer que salieron de la nada. Y todo esto, ha sido por ti, querido paciente.

Mientras, los gobiernos continúan su campaña de desprestigio a nuestra profesión: "el personal sanitario se contagió por viajar", "ha habido suficientes respiradores para aquellos que los han necesitado", "han fabricado material por sí mismos porque era un estímulo y se sentían útiles". Utilizan nuestra vocación de cuidarte para armarse contra nosotros. Siempre hemos sido una profesión maltratada, y no veo ningún signo en el sistema de que vaya a cambiar. Esconden tras vuestros aplausos la tragedia que vivimos día a día. Y mientras, en el plan de desescalada por fases, cada uno de vosotros tiene algo de lo que quejarse, y todos salimos en tromba a las 20:00; los médicos miramos ansiosos a la puerta de urgencias, preguntándonos y rezando para que la segunda oleada no llegue jamás.

Sé que no puedo confiar en el gobierno. Así que sólo me quedas tú, querido paciente. Esto es algo que sólo te puedo pedir a ti: ven a urgencias cuando estés enfermo de verdad. Cuando estés allí a las 3 de la mañana, y el médico que te atienda esté cansado, piensa que a lo mejor ha visto 40 pacientes en las últimas horas. Cuando te vea el médico en consulta, piensa que el retraso  que a ti te irrita, son horas extras para él y probablemente, se las quita a su familia para atenderte. Cuando te expliquen que tu hernia va a pasar por una lista de espera de 3 meses, piensa que otros pacientes tienen cáncer. Cuando tu cirujano te diga que hay que operar cuando ayer había que esperar, créele.

Querido paciente, he derramado lágrimas por ti cuando algo fue mal, y seguramente, seguiré haciéndolo. Me has regalado momentos maravillosos que atesoraré siempre, me has emocionado con cartas de agradecimiento, dibujos y conciertos de violín improvisados.

Por eso, porque tú eres el fondo de mi vocación y de la mayoría de mis compañeros, y aunque tú no lo sepas, llevo toda mi vida pensando en ti y en este momento, muchas gracias por tus aplausos, pero en realidad, lo que necesito, es tu confianza y tu respeto. Haz que toda esta carrera, todas estas lágrimas, todo este sufrimiento, merezcan la pena.

Gracias".

Patricia Cremades Belmonte

 

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