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Sevilla

Las empleadas sevillanas cobran un 30% menos que los hombres

  • UGT denuncia las desigualdades salariales que se dan en la provincia y advierten que seis de cada diez desempleados son mujeres · El sindicato pide que se apliquen los Planes de Igualdad en las empresas

El salario de las mujeres en la provincia de Sevilla es un 30% inferior al de los hombres. Así lo afirmó ayer la secretaria de Igualdad de UGT Sevilla, Carmen Cano, quien aseguró que esta discriminación "sutil y sibilina" provoca que el 60% de los desempleados en la actualidad sean mujeres y que éstas tengan que trabajar un año y 53 días más para conseguir el mismo sueldo que perciben sus compañeros en un sólo año .

Con motivo del día internacional por la igualdad salarial entre ambos sexos, la secretaria de UGT denunció la situación de desigualdad que sufre la mujer respecto al hombre en el ámbito laboral. Cano explicó que, según los datos de la Agencia Tributaria, en 2009 las mujeres trabajadoras por cuenta ajena de la provincia de Sevilla ganaron un 30% menos que los hombres. El salario medio anual que recibieron ellos fue de 19.099 euros, mientras que ellas no superaron los 13.525 euros, lo que supone que las mujeres cobraron 5.574 euros menos al año que los hombres.

La sindicalista también señaló que sólo la mitad de las mujeres en edad de trabajar se incorporan al mercado laboral y explicó que estas diferencias son fruto de varios factores. "La concepción patriarcal impregna todavía nuestra sociedad y obliga a que recaiga casi exclusivamente sobre la mujer las tareas del hogar y el cuidado de los hijos y mayores", afirmó Cano, quien advirtió que estos periodos de ausencia en el mercado laboral "se pagan caro porque hacen perder derechos de antigüedad y posibilidades de promoción". Además, la secretaria se quejó de que este hecho genera lagunas en la cotización, lo cual puede afectar a las futuras pensiones. "Los hombres tienen más posibilidades de realizar carreras profesionales más largas, lo que les proporcionará salarios y pensiones más altas al final de su vida laboral", apuntó Cano.

Desde UGT se insistió en que todavía hay muchas mujeres que ocupan las mismas categorías y realizan las mismas funciones que sus compañeros masculinos pero que, sin embargo, reciben peores sueldos. Además, quiso denunciar que hay licenciadas o diplomadas contratadas de administrativas haciendo funciones que no corresponden a su titulación.

La secretaria aseveró que otro factor que influye en la discriminación salarial es que un gran número de mujeres siguen trabajando en actividades que no cotizan, como limpiando casas particulares o cuidando ancianos. "Ellas no eligen libremente estos oficios, sino que es el resultado de la discriminación en el acceso al empleo que sufren, existiendo ciertos trabajos para mujeres como secretarias, operadoras telefónicas, educadoras o auxiliares de enfermería, y otros para hombres que suelen estar mejor pagados como ejecutivos, analista de cuentas o jefe de mantenimiento".

Según Carmen Cano, "ésta es una realidad que muchas veces la propias mujeres aceptamos de una forma natural o no la sabemos detectar" y declaró que para alcanzar la plena igualdad salarial sería necesario fomentar la corresponsabilidad familiar y establecer medidas para que las tareas del cuidado de menores y dependientes sean asumidas por hombres y mujeres equitativamente. "Los permisos de paternidad deben ser equiparados a los de maternidad", señaló.

La sindicalista abogó también por que se instauren más medidas que permitan la conciliación de la vida familiar, personal y laboral y porque se refuerce el papel de la negociación colectiva como instrumento para evitar la discriminación por cuestión de género. "Se deben aplicar los Planes de Igualdad en las empresas y fomentar medidas de acción positiva para que no haya división sexual del trabajo".

Por su parte, la secretaria de la Mujer de UGT en Andalucía, Ana Pérez, declaró que las empresas "siguen discriminando por razón de sexo, y en el caso de la discriminación salarial, por dos motivos principales: por rentabilidad y por mentalidad". Además, añadió que gran parte de la precariedad laboral de la mujer de debe también a la actual crisis.

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