Una nueva ordenanza que contenta a medias. La aplicación de la Ordenanza Reguladora de Obras y Actividades (OROA) del Ayuntamiento de Sevilla ha sido bien recibida por la mayor parte del empresariado de la ciudad, sector que, no obstante, mantiene cierto escepticismo sobre su efectividad. Unas dudas que se basan en la necesidad de que la Gerencia de Urbanismo y el Servicio de Medio Ambiente aúnen sus criterios a la hora de iniciar el procedimiento para la apertura de un negocio.

Éste es, a juzgar por los representantes del sector empresarial, el principal déficit que aún no ha resuelto la nueva OROA, aprobada tras un largo trámite en el que se han intentado incluir la mayoría de las alegaciones presentadas. Dicha normativa fue motivo de debate en la jornada celebrada este lunes en la Fundación Cajasol y que estuvo organizada por la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), con la colaboración de los colegios oficiales de Arquitectos y Aparejadores, de los despachos de abogados Montero Aramburu y Sanguino, así como de la patronal de la construcción (Gaesco), de los hoteles y de la hostelería.

Esta jornada contó con la presencia del gerente de Urbanismo, Ignacio Pozuelo, quien se encargó de su inauguración junto al presidente de la CES, Miguel Rus. El moderador de la primera mesa fue Eduardo Martínez, asesor técnico de Gaesco. En ella tomó la palabra la jefa de Servicio de Licencias e Inspección Urbanística de Sevilla, Amparo Guerrero, quien destacó las ventajas que ofrece la nueva OROA al aumentar el listado de negocios que pueden acogerse a la declaración responsable, una fórmula -procedente de ámbito anglosajón- que permite agilizar el trámite para poner en marcha un negocio, al utilizarse una vía distinta a la de la licencia. A ello se une la consideración del silencio administrativo positivo que, al contrario de lo que ocurría antes, no detiene el proceso, sino que permite continuar con él hasta que no haya una respuesta contraria.

Sin embargo, la nueva normativa debe hacer realidad una carestía de la que los empresarios llevan advirtiendo hace tiempo: una ventanilla única verdadera que permita que los requisitos exigidos por los técnicos de Urbanismo y Medio Ambiente se apliquen a la vez, esto es, que ambos departamentos se unan. Los representantes de los sectores económicos de la ciudad dudan de que la OROA sea efectiva mientras la unión no se logre.