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Nueva ordenanza para regular el sector del taxi Los conductores reaccionan al anuncio del Ayuntamiento

El escepticismo viaja en taxi

  • Los profesionales del gremio desconfían de que el Ayuntamiento cuente con medios suficientes para lograr que se cumpla el nuevo reglamento · En la norma se anuncia un mayor control del sector

La nueva ordenanza que prepara el gobierno municipal para tener un control más férreo del sector del taxi no deja de ser más que un "brindis al sol" para muchos profesionales del gremio. La escasez de medios con los que cuenta la administración local es uno de los argumentos expresados por la mayoría de los taxistas consultados por Diario de Sevilla para mostrar este gran escepticismo. A la espera de que se redacte la nueva ordenanza, los conductores de este transporte público alegan que la actual normativa es suficiente para controlar el sector, la dificultad estriba en garantizar su cumplimiento por parte de las autoridades locales.

"La ordenanza está hecha, lo que hay es que cumplirla", dice Miguel Martín, que lleva 15 años al volante. El reglamento actual, con 30 años a sus espaldas, y que se ha ido modificando en varios de sus puntos, parece más que suficiente para algunos. Para otros, como Antonio Isorna, se ha quedado obsoleto y no da respuesta a muchas reclamaciones del sector. "Si se redacta una ordenanza tendrá que acoplarse al nuevo reglamente andaluz del taxi, que llevamos años pidiendo que se reforme. Parece que se ha llegado a un acuerdo entre todas las ciudades andaluzas y se ha tomado como modelo a Madrid".

A pesar de que el Ayuntamiento se anuncia "mano dura" con este gremio, dicho aviso no parece asustar a muchos taxistas. Entre ellos, Antonio García, que lleva 25 años en esta profesión: "¿Si se aprueba una nueva orden, quién la va a controlar? ¿La Policía, que nunca está cuando hace falta? Faltan medios y sobran reglamentos".

Estas perpectivas sirven de muestra del panorama reivindicativo de un gremio que exige que en la nueva ordenanza no sólo se tengan en cuenta los derechos del cliente, sino también sus obligaciones: "Hay quienes se creen que se pueden subir a un taxi cuando quieran y a cualquier condición, y eso tienen que tener claro que no es así", dice el taxista Francisco Álvarez.

Uno de los puntos del nuevo reglamento que provoca mayor división entre el gremio es la modificación de la tarifa establecida en los taxis del aeropuerto. Mientras que algunos observan una actitud más que reprobable en sus compañeros de San Pablo, otros creen que el viajero tiene suficiente información del precio que tiene que pagar por un taxi desde que pisa las instalaciones del aeródromo. "Hay paneles que te informan de lo que cuesta un taxi. Sí después el cliente paga más es porque está conforme con ello", asegura Antonio García.

En cuanto a las denuncias por tarifas abusivas durante la Feria, todos comparten la idea de que estas irregularidades hay que detectarlas para no empañar la imagen del sector. Es aquí donde se detecta la carencia de medios. Pero también hay quien señala la complicidad del cliente cuando abona una cantidad superior a la establecida. Para el taxista Miguel Martín "el debate aquí es muy elástico, ya que el cliente está dispuesto a pagar lo que sea cuando necesita un taxi. No sólo el conductor es el culpable".

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