Universidad Comienzan las protestas tras el paréntesis veraniego

Los estudiantes prefirieron el puente

  • Unos 200 alumnos protestan por las calles del centro por los recortes en materia educativa · El prometido 'otoño caliente' tras las masivas movilizaciones de mayo y junio no termina de concretarse

El otoño caliente se enfría cada vez más. Entre 150 y 200 personas fueron las que acudieron ayer a la manifestación para protestar por los recortes en los presupuestos de educación convocada en la puerta del rectorado de la Hispalense y que recorrió diversas calles del centro.

Aunque es cierto que la convocatoria la realizaban dos organizaciones minoritarias, como el muy activo Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) y el grupo juvenil "independentista andaluz" Jaleo, también lo es que tanto el Consejo de Alumnos de la Universidad de Sevilla (Cadus) como el Consejo de Estudiantes de la Universidad Pablo de Olavide (Ceupo) habían secundado la protesta y que ambos, se supone, representan a unas 60.000 personas.

La sensación de manifestación fallida aumenta si se tiene en cuenta que, en el mismo escenario, tanto el Cadus como el Ceupo consiguieron congregar (eso sí, junto a sindicatos mayoritarios en el campo de la educación) a una marea humana durante las movilizaciones que tuvieron lugar a finales del pasado curso académico.

Aunque ayer algunos culpaban de esta pobre participación al puente del Pilar, lo cierto es que el inicio de curso no ha sido muy favorable para aquellos que piensan que es necesaria una movilización permanente para evitar más recortes en educación por parte de los gobiernos autonómico y nacional. De hecho, el pasado miércoles trascendió que, a la espera de resultados definitivos, la mayoría de las asambleas de los 25 centros oficiales de la Hispalense ya han descartado convocar un paro académico (cese total de la actividad académica) entre los días 12 y 16 de noviembre, tal como pretendían los representantes del Cadus. Algunos achacan esta situación a que la subida de las tasas en primera y segunda matrícula (que son las que afectan a la mayoría de los estudiantes) no ha sido tan elevada como se esperaba en mayo y junio.

Pese a esta fría acogida de las movilizaciones por parte de los alumnos, el sector más militante de los mismos cree que las protestas irán creciendo a medida que avance el curso y se hagan notar los recortes. También cuando sus mensajes vayan, poco a poco, calando en una población que va a ser víctima clara de la austeridad.

Los estudiantes que ayer se manifestaron lo hicieron con entusiasmo, lanzando consignas y petardos en un ambiente relajado para todos, menos para los que se quedaron durante una hora sin poder coger el Metrocentro, el gran sacrificado de todas las manifestaciones de la ciudad. La próxima movilización está prevista para el 18 de octubre, día en el que hay convocada una asamblea en la Universidad de Sevilla "para valorar la situación durante el año académico y debatir las movilizaciones que se llevarán a cabo".

Asimismo, "coincidiendo con la jornada de lucha a nivel mundial" el Cadus volverá a convocar otra manifestación que, al igual que la de ayer, partirá del Rectorado y recorrerá las calles del centro de Sevilla.

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