Un total de 10.349 visitantes han visitado la exposición El Dios de la Madera, dedicada al imaginero Juan Martínez Montañés que cerró sus puertas ayer tras permanecer 64 días abierta en el Aula Magna del Convento de Capuchinos de Alcalá la Real (Jaén).
La muestra conmemorativa del 450 aniversario del nacimiento del Lisipo Andaluz ha convertido al municipio en uno de los focos culturales de Andalucía durante este otoño, desde su inauguración el pasado 7 de octubre y hasta su clausura, que fue pospuesta por la alta afluencia de público. Del total de visitantes, aproximadamente un 35% fueron locales y un 65% de distintos puntos de Andalucía y España.
La exposición El Dios de la Madera: Juan Martínez Montañés 1568- 1659 subrayaba la importancia del imaginero como uno de los más importantes escultores españoles de todos los tiempos, cuya producción y sus modelos iconográficos han marcado un antes y un después dentro de la imaginería.
El alcalde de Alcalá la Real, Carlos Honojosa, ha manifestado que "desde el Ayuntamiento hacemos una valoración muy positiva, porque se han alcanzado y cubierto más que de sobra todos los objetivos planteados" y ha añadido que "las más de 10.000 personas que han visitado la exposición son motivo de alegría y un acicate para seguir trabajando en esta línea de apuesta clara y definida por la cultura".
El primer edil ha agradecido especialmente el papel del comisario de la muestra, Juan Cartaya, así como de las instituciones que han colaborado para que la exposición haya sido posible, como la Diputación de Jaén, Museo del Prado, Museo de Bellas Artes de Sevilla, Ayuntamiento de Sevilla, Arzobispados de Sevilla y Granada, Obispado de Jaén, las hermandades de Pasión, el Amor, la Quinta Angustia o el Silencio, Universidad de Sevilla y Universidad de Jaén, coleccionistas particulares, la parroquia sevillana de la Magdalena o Fundación Unicaja.
La magna exposición ha reunido importantes obras de Montañés, entre ellas las esculturas del retablo de la iglesia del convento de Santa Clara de Sevilla. Se ha vertebrado a través de cinco salas. La primera giraba en torno al nacimiento de Martínez Montañés, donde se pudo apreciar la realidad de Alcalá la Real en aquella época, con elementos como su pila bautismal. La segunda tenía como centro a Granada y el aprendizaje del artista en el taller de Pablo de Rojas, y exponía obras como la Virgen de los Favores o el Crucificado del Seminario Mayor de Granada, ambas de Pablo de Rojas.
La tercera tomaba a Sevilla como epicentro de la producción de Juan Martínez Montañés, con las imágenes del Convento de Santa Clara, y las tallas de San Francisco de Asís y San Juan Evangelista. La cuarta sala hablaba de la técnica, modos y maneras, con piezas del autor como el Crucificado de los Desamparados. La quinta sala, se dedicó al legado del maestro, con obras de discípulos, entre otros, de Juan de Mesa.
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