La familia de etnia gitana que ocupó por la fuerza una vivienda protegida de la calle Cabrera, en el barrio de Torreblanca, ha llegado un acuerdo con la Empresa Municipal de la Vivienda de Sevilla (Emvisesa) para entregar el inmueble el próximo martes. De esta manera evitan el "desalojo forzoso" ordenado por el juez y logran que el ente público respete la condición del cabeza de familia como adjudicatario de una VPO en una promoción del barrio de Polígono Aeropuerto.

El propio cabeza de familia, Antonio Peña, informó a Europa Press de que según un último "acuerdo" alcanzado entre la familia, formada por dos adultos y cuatro menores de edad, y Emvisesa, se evitaría el "desalojo forzoso" previsto para hoy a consecuencia de la denuncia formulada por la empresa municipal de la vivienda contra la ocupación del inmueble allá por el pasado mes de septiembre.

Según los términos del acuerdo, relató Peña, esta familia entregará el próximo martes las llaves de la vivienda, correspondiente al número 56 de la calle Cabrera, en la misma sede de Emvisesa, que a su vez retiraría la denuncia interpuesta en su día y respetaría al cabeza de familia como adjudicatario de una vivienda protegida en el barrio de Aeropuerto Viejo, un inmueble que los 'okupas' creían perdido a consecuencia del conflicto y que recibirían quizá en el mes de septiembre.

Los adultos del núcleo familiar, según Peña, quedarían "libres de todo cargo" y, al menos según su versión, saldrían impunes de la ocupación ilegal del número 56 de la calle Cabrera, aunque se verían obligados a "vivir de alquiler" hasta que en el mes de septiembre se les entregara la vivienda adjudicada en el barrio de Polígono Aeropuerto.

"Sólo estamos buscando una vivienda", dijo Peña, quien reconoció que preferiría permanecer residiendo en el barrio de Torreblanca, porque el entorno de la calle Cabrera "es una buena zona", al menos a su juicio mejor que el Polígono Aeropuerto.