El cierre de aulas públicas va camino de convertirse en otro frente entre la Junta y el Ayuntamiento de Sevilla, ambas administraciones gobernadas por distintos partidos políticos y en un momento en el que el regidor hispalense, Juan Espadas, comienza a postularse como candidato al Ejecutivo autonómico por el PSOE. La petición de apoyo de las AMPA afectadas por la eliminación de unidades ha sido respondida favorablemente por el gobierno local, que exige que se mantengan las líneas del presente curso, especialmente en las zonas necesitadas de transformación social, y que la bajada de la natalidad se aproveche para reducir la ratio. 

Se trata de una propuesta que ya se presentó en el Pleno del pasado mes de marzo para que se respaldase en una declaración institucional que recogiera tales peticiones. Sin embargo, no prosperó al carecer del apoyo de todos los partidos políticos, motivo por el cual en la sesión de abril se llevará por la vía de moción. 

"El Ayuntamiento comparte el mismo objetivo con las AMPA: que no haya reducción de líneas en centros educativos públicos, pese a la bajada de la natalidad, y que se aproveche este momento para impulsar una disminución de ratio que mejore la calidad educativa", ha explicado la delegada municipal de Educación, Marisa Gómez, quien niega que el descenso de la población conlleve necesariamente que los colegios públicos pierdan plazas.

En este sentido, la concejal socialista ha alertado de que "de aplicarse este criterio de forma progresiva podríamos encontrarnos con zonas de la ciudad en las que disminuya la oferta educativa pública mientras se mantiene o incluso aumenta la concertada", como han manifestado diversas AMPA este lunes. 

Gómez califica de "especialmente preocupante" la situación de los centros educativos en zonas con necesidad de transformación social, "puesto que hay programadas reducciones de líneas en Cerro-Amate y en el Distrito Norte"."Desde el gobierno de la ciudad entendemos que los colegios públicos tienen un papel fundamental en la transformación social de los barrios más desfavorecidos", apunta la concejal de Educación, quien insiste en que estos centros "deben estar blindados y en ningún caso deberían sufrir reducciones de líneas o que se les apliquen medidas que puedan provocar su desaparición progresiva".

Respecto a la demanda de la plataforma de familias del Casco Antiguo, la delegada subraya que el colegio en el solar de los Jardines del Valle debe ejecutarse "cuanto antes". "Los suelos están a disposición de la Junta de Andalucía desde el primer momento. Es una infraestructura que necesita el Casco Antiguo para completar su oferta educativa pública", ha concluido.

Matizaciones

No obstante, debe tenerse en cuenta que el cierre de aulas públicas no es una medida nueva de la actual Consejería de Educación (en manos de Cs), sino que ya la aplicó el PSOE cursos atrás cuando gobernaba en la Junta y en el momento en que la natalidad comenzó a bajar como efecto de la crisis económica de 2008.

También debe recordarse que el colegio junto a los Jardines del Valle fue un proyecto prometido por gobiernos autonómicos socialistas sin que se viera ejecutado. De hecho, la carencia de una nueva infraestructura fue suplida por el uso de un antiguo centro (donde había un colegio de Educación Especial) para dar respuesta a la falta de plazas públicas en el Casco Antiguo. No fue hasta la llegada a la Junta de PP y Cs cuando comenzaron a agilizarse los trámites para que este esperado colegio sea una realidad. La previsión es que antes de 2022 comience a construirse. Hasta ahora, dicho suelo ha sido usado como parking para residentes de la zona. 

El consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, ya explicó la semana pasada que las propuestas de cierre de líneas son provisionales y pidió a las AMPA, sindicatos y partidos políticos "paciencia", ya que la resolución definitiva sobre la situación que presentarán los colegios el próximo curso se tomará cuando los expertos analicen los datos de solicitudes presentadas en marzo. También cuestionó que haya protestas en favor de la bajada de la ratio y no por "el fracaso educativo y el abandono escolar" que sufre Andalucía desde hace décadas.