El funcionario de la prisión de Sevilla-I que ha sido detenido por la Guardia Civil llevaba diversas cantidades de hachís, heroína y cocaína, así como varios teléfonos móviles y 12 blísters de jamón serrano de pata negra, según han informado a este periódico fuentes de la investigación.

El funcionario, que fue detenido en la mañana del pasado viernes, llevaba 15 años trabajando en prisiones, y fue arrestado tras pasar el control de acceso a la cárcel de Sevilla-I, tras haber aparcado su vehículo, donde le esperaba una dotación de la Guardia Civil, cuerpo que llevaba investigándole desde hace tiempo.

Según las mismas fuentes, el trabajador llevaba una mochila en la que fueron intervenidos unos tres gramos de hachís y la misma cantidad de heroína y cocaína, sustancias estas dos últimas de las que se podrían haber distribuido diversas dosis, dada su posibilidad de corte. Además, llevaba entre cuatro y cinco teléfonos móviles, entre ellos un iPhone de la marca Apple, y hasta 12 blísters de jamón de pata negra.

La droga, los teléfonos y el jamón de pata negra son productos muy cotizados en el mercado negro dentro de las cárceles españolas, por lo que se supone que el funcionario podría haber obtenido un importante pago por estos productos y los investigadores tratan ahora de averiguar desde cuánto tiempo llevaba introduciéndolos en la prisión sevillana.

El funcionario pasó a disposición de la autoridad judicial, que decretó el ingreso en prisión y ahora paradójicamente este trabajador está ingresado en el mismo centro penitenciario donde estaba empleado. En concreto, está ingresado en el módulo 104, en el FIES 4 (Fichero de Internos de Especial Seguimiento), reservado para representantes de los cuerpos y fuerzas de seguridad que han cometido algún delito.

En las cárceles sevillanas no se recuerda una detención de un trabajador desde hace al menos seis años, cuando fue arrestado un funcionario por abusar de una interna y vejar a dos reclusas, hechos por los que fue condenado a tres años de prisión.