La gran Biblia restaurada

Patrimonio

Concluye la restauración del retablo mayor de la Catedral de Sevilla, que en las vísperas del Jueves de Corpus estará ya libre de andamios.

Foto: Antonio Pizarro
Foto: Antonio Pizarro
Carlos Navarro Antolín

26 de marzo 2014 - 16:22

El gran retablo de la cristiandad brilla de nuevo tras 26 meses de restauración y su preciosa arquitectura interior se conoce con toda precisión. El Cabildo Catedral ha culminado una de sus grandes empresas de conservación de los últimos años. De 27,8 metros de altura y datado entre los siglos XV y XVI, el retablo mayor ha recuperado todo su esplendor, un objetivo en el que se han invertido 1,6 millones de euros sin ningún patrocinio privado. Y gracias a la labor de Fernando Guerra-Librero, experto en la restauración de retablos, el Cabildo cuenta ya con documentación exacta y precisa del armazón interior, considerado como una obra de ingeniería, lo que es de sumo interés para arquitectos, historiadores y futuras intervenciones.

El Cabildo ha podido sufragar la obra en solitario gracias los ingresios que obtiene por la visita turística, que permiten el modelo de autofinanciación creado por el canónigo Francisco Navarro, fallecido en 2013. Aunque la obra ya se da por concluida, no estará accesible a los fieles hasta la festividad del Corpus, una vez finalizado el desmontaje de los andamios.

El Cabildo presentó este miércoles oficialmente el resultado de una restauración del retablo mayor de la catedral de Sevilla, una labor realizadas por la empresa especializada Ágora S.L. con un equipo de 16 restauradores, historiadores, aparejadores y carpinteros.

Las labores de restauración han partido de los trabajos de rehabilitación acometidos a finales de los años 70 del pasado siglo y se han centrado en contrarrestar la erosión, las faltas y los repintes del artesonado de madera, así como los efectos del polvo y la humedad. Durante un total de 26 meses de intervenciones, el equipo de profesionales ha consolidado los elementos desprendidos, fijado los estratos de dorados y policromías exfoliadas de la madera y retirado los barnices oscurecidos, colas oxidadas y antiguos repintes.

Gracias a esta intervención, la "gran Biblia en imágenes de madera" que constituye el retablo mayor -tal como la de definen los canónigos- recupera su esplendor y su aspecto de "retablo dorado". Los trabajos, además, han incluido medidas de impermeabilización y consolidación en la bóveda del presbiterio, así como ajustes en las conducciones de electricidad, audio y vídeo y la recuperación de las dos vidrieras de Jean Jacques instaladas en junio de 2013, si bien queda pendiente la instalación de una nueva iluminación artística en esta joya del arte renacentista que conserva, no obstante, rasgos del gótico tardío. La iluminación es clave para que se aprecie la obra en todo su esplendor desde distintos puntos de vista.

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