Los hermanos de Pasión descartaron ayer en cabildo general extraordinario el traslado de sede canónica a San Hermenegildo. El resultado de la votación fue de 170 votos a favor de la permanencia en el Salvador y 24 en apoyo del inicio de las gestiones para el traslado al edificio de la plaza de la Concordia.

En esta decisión se han sopesado las ventajas y los inconvenientes que el traslado a San Hermenegildo conlleva. Por una parte, la corporación del Jueves Santo hubiera ganado en autonomía al poder establecer un horario de cultos más amplio del que disfruta ahora en la capilla propia del Salvador. San Hermenegildo sería uno de los templos más visitados de Sevilla, por la devoción que el Señor de Pasión despierta.

Por contra, el abandono del Salvador hubiera supuesto la pérdida de la propiedad de la capilla donde actualmente se le rinde culto a las imágenes titulares, que hubiera pasado a manos de la Iglesia.

Esta pérdida lleva aparejada una falta de seguridad jurídica, ya que la hermandad se encontraría en San Hermenegildo en régimen de cesión (durante 30 años). A esta circunstancia se une el desembolso de casi 1,2 millones de euros que la hermandad hubiera tenido que afrontar para restaurar la cúpula y adecentar el edificio, condiciones que establece el Ayuntamiento para conceder la cesión.

El no de Pasión supone, en principio, la apuesta del Consejo de Hermandades para hacerse con la cesión del edificio como futura sede. Su presidente, Adolfo Arenas, ha querido que sean los hermanos de Pasión los que tomen la primera decisión.

Ahora, será el Ayuntamiento el que tenga la última palabra. El Consejo y el Parlamento son los aspirantes para quedarse con San Hermenegildo. La Cámara andaluza ya ha iniciado las gestiones para hacerse con él, motivo por el cual el Arzobispado alentó al Consejo y a la corporación del Jueves Santo para conseguir la cesión.

El Parlamento le daría a este recinto un uso cultural, vinculado con su estancia en San Hermenegildo durante los primeros años de la autonomía andaluza.

La decisión de los hermanos de Pasión era la más esperada, y con ella se abandona, por ahora, una vieja aspiración de la corporación para establecerse en la que fuera la iglesia del antiguo colegio de los Jesuitas, de donde llegó a salir la cofradía en 2003.