La apuesta por la uniformidad estética continúa. Urbanismo llevará su guerra contra el afeamiento del paisaje urbano al mismo barrio de Santa Cruz, la zona más turística de la ciudad. La Gerencia lo hará por decreto, al igual que ha procedido en el eje que conforman la Avenida de la Constitución, la Puerta de Jerez y la calle San Fernando, donde a los titulares de comercios con rótulos, toldos y publicidades de todo tipo que se han considerado fuera de la estética acorde con con el conjunto histórico declarado de la ciudad se les ha dado un plazo de retirada. La Gerencia admite que el de Santa Cruz es un barrio "muy especial" donde el desorden evidente tiene varias causas, por lo que se requiere un plan más allá del mero control de las publicidades que afean la zona monumental. Santa Cruz exige un plan integral que, por ejemplo, ordene el tráfico peatonal para que los guías turísticos tengan sus sitios señalados donde ejercer su labor didáctica a los grupos de visitantes, al igual que exige una reducción drástica de veladores y la aplicación de unos criterios de exposición de artículos de venta sin invadir la vía pública. La Gerencia de Urbanismo, que dirige el concejal Antonio Muñoz, ya ha empezado las negociaciones con la asociación de vecinos del barrio que, a su vez, está en contacto con los comerciantes y hosteleros para tratar este plan especial.

Comercios del barrio de Santa Cruz atestados de artículos a la venta.

Un ejemplo de rotulación de varios colores en Santa Cruz.

El objetivo del Ayuntamiento es que los sevillanos puedan admirar la nueva estética de la Avenida, la Puerta de Jerez y la calle San Fernando en septiembre. Y que antes de finales de 2018 ya esté activado el proceso de ordenación de Santa Cruz. Antonio Muñoz, delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo admite la gravedad de la situación de este barrio: "Si hay una zona donde se comprenden perfectamente las quejas por la afluencia de turistas es Santa Cruz, donde todo se desborda, desde los veladores a otros elementos. Estamos trabajando ya en un plan especial. Santa Cruz -añadió- no puede seguir teniendo el aspecto de un zoco árabe en el peor sentido. Hay que eliminar esa estética".

La Gerencia pide una orden judicial para intervenir contra los rótulos de Taco Bell

En la actualidad, el Ayuntamiento mantiene vigente el "período de gracia" de dos meses para que los establecimientos que han sido requeridos del eje de la Avenida -un total de 127- hagan la reforma oportuna. La gran mayoría de los titulares de establecimientos afectados han pasado ya por la Gerencia para efectuar consultas. Una veintena ya han presentado incluso los proyectos de adecuación para su visado y aprobación.

La Gerencia se ha topado con algunos casos de resistencia a los cambios, que merecerán el correspondiente expediente disciplinario. De hecho, Urbanismo mantiene abiertos varios expedientes sancionadores previos a la puesta en marcha de este plan especial que trata de velar por el paisaje urbano del entorno de la Catedral. Entre ellos figuran los de una multinacional de la comida rápida, una tienda de complementos de moda o un establecimiento de cambio de divisas. También se está interviniendo ya en otras partes del centro con independencia de planes especiales, especialmente en Sierpes, Mateos Gago, Plaza de la Gavidia, Amor de Dios, Laraña, Campana, O'Donnell, Imagen, Feria, Pérez Galdós, Paseo de Colón y Trajano. Fuera del casco antiguo, la Gerencia de Urbanismo mantiene abiertos expedientes en la Puerta de Carmona, Luis Montoto y Reina Mercedes.

Un cambio de rótulos puede alcanzar un coste de 2.500 euros en el caso de un banco

En el caso del plan especial de la Avenida, la Puerta de Jerez y la calle San Fernando, el Ayuntamiento advierte que, superado el plazo de dos meses, podrá aplicarse el régimen sancionador previsto: la imposición de hasta diez multas coercitivas con una periodicidad mínima de un mes y cuantía del 10% del valor de las obras ordenadas y, en todo caso, como mínimo de 600 euros.

En la Avenida hay casos de establecimientos que ya han enviado a la Gerencia la propuesta de nuevos rótulos, como, por ejemplo, algunas entidades bancarias que proponen simplemete simplificar o eliminar sus logos y reducir el impacto visual de los cajeros automáticos, unos cambios que cuestan alrededor de 2.500 euros.

En la relación de establecimientos que deben ejecutar cambios en sus fachadas por orden de la Gerencia, cuyos técnicos parten de un minucioso trabajo previo, figuran bancos, hamburguerías, oficinas de seguros, bares, bodeguitas, restaurantes, agencias de viaje, notarías, etcétera. El Ayuntamiento, como ya dijo, entiende que la mayoría de los establecimientos incumplen el canon estético. Hay un caso especialmente grave, el de la firma de hostelería Taco Bell, en la esquina de la Avenida con la calle Santo Tomás, en el que Urbanismo tramita la orden judicial para proceder a la retirada subsidiaria de la publicidad, puesto que se trata de una obra que exige el acceso a la finca. Ayer mismo acudió la Policía Local al inmueble para notificar una nueva orden de retirada con su correspondiente multa coercitiva.

El caso del barrio de Santa Cruz, próximo objetivo del Ayuntamiento, requerirá de otro estudio detallado. Esta zona del casco antiguo está marcada no sólo por los veladores, sino por la abundancia de rótulos estridentes y de expositores de objetos de recuerdo, camisetas y otros utensilios que invaden la vía pública y dificultan el tránsito de los peatones.

Establecimiento de la avenida de la Constitución.

El objetivo principal de este plan es eliminar la contaminación visual unificando la imagen publicitaria y permitiendo el realce de la arquitectura, de modo que los rótulos no oculten esos valores del edificio. Por este motivo, el Ayuntamiento fija criterios de diseño, colocación y materiales de rótulos tanto en la fachada como en los toldos. Incluso dicta el número de rótulos que se pueden instalar para evitar su multiplicación.

La tipografía elegida por el Ayuntamiento para la uniformidad estética es Leelawadee y para los rótulos se deberán utilizar los colores blanco y dorado. Se instalarán siempre letras sueltas de materiales pétreos, acero y aluminio lacado. No se permitirán rótulos ni vinilos en puertas y escaparates. Los toldos se adaptarán a los elementos arquitectónicos de las fachadas, "de forma que permita hacer una lectura adecuada de la misma", respetando el tamaño de huecos, cornisas, etcétera. Se colocarán en los huecos, siendo éstos de color blanco y beige. Llevaran las inscripciones en la parte inferior derecha con los colores permitidos.