Sevilla

La intervención en la muralla se retrasa por la anidación de vencejos

  • Hay una treintena de ejemplares y Medio Ambiente ha alertado de su protección

La anidación de una colonia de vencejos en los huecos de la muralla de la Macarena ha deparado que los trabajos "urgentes" de conservación contratados por el Ayuntamiento se tengan que retrasar. Estaba previsto que los trabajos comenzaran este mismo mes, pero desde el área de Medio Ambiente se advirtió del perjuicio que tendría para estas anidaciones que están protegidas.

Los vencejos anidan en los numerosos huecos que hay en la muralla. Se trata de una colonia con una treintena de ejemplares y hasta que no termine la anidación no podrán comenzar los trabajos previstos. Así lo confirmó a este periódico Carlos Núñez, de Dédalo Bienes Culturales, empresa especializada en restauración de bienes patrimoniales, encargada de la intervención: "Estamos pendientes de las reuniones con Medio Ambiente para el seguimiento de la anidación". Los trabajos, en principio, no arrancarán hasta el mes de agosto.

El Ayuntamiento, a través de la Gerencia de Urbanismo, anunció a finales del mes de mayo una intervención urgente de conservación y restauración en el tramo de la muralla almohade que se conserva entre el Arco de la Macarena y la iglesia de San Hermenegildo. El objetivo principal es "frenar la progresiva descohesión y disgregación del material constructivo, lo que produce desprendimientos ocasionales de partes del tapial". Vecinos y entidades conservacionistas denunciaron en este periódico el precario estado de la muralla y su falta de mantenimiento desde que fue restaurada en 2007 la ronda interior. El objetivo de esa intervención era abrir el monumento a las visitas, pero nunca se llegó a hacer, pese a que se dejó todo preparado. Los vecinos consideran que su apertura supondría un gran revulsivo para la zona.

La actuación que está prevista acometer en los próximos meses tiene un carácter "preventivo y paliativo", como explicó el restaurador: "Aprovecharemos el verano para quitar la maleza y reparar los daños que hayan causado las raíces". La muralla sufre una gran "colonización vegetal" en prácticamente toda su superficie (con algo más de mil metros desde la Macarena a San Hermenegildo). La presencia de diferentes tipos de plantas no sólo está acelerando el proceso de bioalteración, sino que también provoca la aparición de fisuras, además de haber causado el agrietamiento de una de las almenas, a consecuencia de lo cual el alféizar de ésta se ha desplazado con el consiguiente riesgo de desprendimiento hacia la vía pública. Al margen de la colonización vegetal como patología más llamativa, existe suciedad generalizada en toda la superficie y diferentes tipos de costras o concreciones.

La intervención preventiva y paliativa, con restauraciones puntuales, como informó la Gerencia de Urbanismo, va a consistir en la aplicación de un tratamiento biocida para el control microbiológico de líquenes, bacterias, hongos y algas, así como plantas vasculares. De este modo, se pretende destruir la vegetación en sus propias raíces, que son las que están dañando gravemente a la piedra. Una vez secas las plantas y retiradas, se coserán las fracturas y fragmentos con peligro de desprendimiento. Por último, se aplicará un tratamiento de consolidación de las superficies a unir. El proyecto redactado, que cuenta con la aprobación de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, incluye también la reparación de la almena cuyo alféizar se ha desplazado por la acción de las raíces de un árbol, a fin de eliminar el peligro de desprendimiento hacia la calle que actualmente existe. Los trabajos fueron adjudicados por 16.284 euros.

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