Sevilla

Un joven que cayó a un pozo en Almería denuncia a las fuerzas de seguridad

  • Considera que no fue auxiliado por la Policía Local y la Guardia Civil tras ser perseguido durante un festival de música electrónica.

Tres jóvenes de Guillena, de edades comprendidas entre los 23 y 24 años, han presentado una denuncia contra la Policía Local y la Guardia Civil de Cuevas de Almanzora (Almería) al considerar que se les denegó el auxilio cuando fueron perseguidos por un grupo de jóvenes de esta localidad en el festival de música electrónica Dreambeach y que acabó con uno de ellos gravemente herido tras caer a un pozo de 30 metros.

Los tres sevillanos habían acudido al evento musical, celebrado en agosto pasado, y los hechos que han motivado esta denuncia ocurrieron en la noche del 9 de agosto, cuando una pandilla de jóvenes de la pedanía de Villaricos comenzó a "insultarles y amenazarles sin provocación previa alguna", según asegura en la denuncia el letrado Pablo Cadillá, de la firma RZS abogados, que representa a los jóvenes.

Los denunciantes aseguran que intentaron dialogar con los jóvenes, que volvieron a amenazarles, por lo que acudieron al denominado "punto de control" del festival, donde se hallaban los efectivos de Policía Local y Guardia Civil, a los que pidieron auxilio porque estaban muy asustados al tratarse de un grupo "muy numeroso" el de sus perseguidores.

Los agentes respondieron, según la denuncia, que "ellos no estaban allí para eso" y no le hicieron caso a pesar de que los sevillanos pidieron que les hicieran la prueba de alcoholemia e incluso que les "detuvieran" si era necesario para mantenerles a salvo. Como el otro grupo seguía amenazándoles, los denunciantes "se colaron" en el punto de control, donde estuvieron varias horas sin recibir el auxilio de los agentes hasta que finalmente terminó el festival musical. Fue entonces cuando volvieron a solicitar el auxilio, por lo que uno de los agentes les dijo: "Que es lo que queréis que os detenga, pues venid conmigo al coche patrulla, que os voy a llevar al cuartel".

Los tres jóvenes se montaron en el vehículo pensando que iban a ser socorridos y a continuación les seguía otro coche de la Guardia Civil. Los llevaron a las afueras del pueblo, donde existe un cuartel abandonado y les hicieron que se apearan del coche. El letrado de los denunciantes asegura que éstos suplicaron a los agentes que "los detuvieran" pero que no los dejaran allí solos, y a continuación los sacaron por la fuerza, "a patadas", y cuando le pidieron el número de placa se negaron a dárselo.

El guardia civil que les seguía tampoco les auxilio e incluso le propinó "una patada en el pecho" a uno de los jóvenes que intentó entrar en el coche.

De esta forma, se quedaron solos, sobre las ocho de la mañana, en un lugar desconocido para ellos y al ver que regresaban sus perseguidores, salieron huyendo para tratar de esconderse. Mientras corrían podían escuchar los gritos de los jóvenes que les habían amenazado en el festival. "Sentían literalmente que la caza había comenzado", aseguran los denunciantes, que en su desesperada fuga se toparon con un pozo sin señalizar y que tenía la tapa abierta.

Uno de los tres jóvenes cayó desde una altura de 34 metros, quedando gravemente herido, mientras que los otros dos lograron agarrarse a las paredes del pozo. En esa situación estuvieron aproximadamente durante hora y media hasta que dejaron de oír a los perseguidores, momento que aprovecharon para escalar y solicitar auxilio a una pareja que pasaba por el lugar. Estaban tan asustados que "rogaron que no avisaran a la Policía ni a la Guardia Civil", y finalmente fueron rescatados por una unidad de bomberos. Uno de los jóvenes tuvo que ser evacuado en helicóptero al hospital y sufrió un politraumatismo con diversas fracturas, una de ellas por aplastamiento.

La denuncia fue presentada en los juzgados de Vera (Almería) el pasado 7 de octubre.

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