Virgen del rocío Homenaje a un pionero de los trasplantes en Andalucía

El legado de Ángel Bernardos

  • Más de 200 profesionales sanitarios y pacientes rinden un sentido homenaje al cirujano que logró introducir en 1990 la técnica del trasplante hepático que ha salvado a 660 personas en el Virgen del Rocío

Sus pacientes lo consideran un auténtico ángel y los que fueron sus discípulos -hoy reconocidos cirujanos y responsables sanitarios- sólo tienen palabras de admiración y afecto para el doctor Ángel Bernardos, fundador de la Unidad de Trasplante Hepático en el Hospital Virgen del Rocío. "Tesón, humildad, una persona y un cirujano excepcional" son las palabras más pronunciadas en el homenaje que rindieron ayer a un pionero que afrontó multitud de dificultades hasta lograr introducir en Sevilla técnicas quirúrgicas que han permitido salvar y curar -hasta la fecha- a 662 personas. Bernardos es considerado como un maestro que ha creado escuela en el ámbito de los injertos de órganos. Natural de Salamanca, el doctor Bernardos llegó a Sevilla en 1971 para especializarse en cirugía en el Virgen del Rocío.

Cuando, en los años 80 del siglo pasado, casi nadie se atrevía al abordaje quirúrgico de la patología del hígado, glándula especialmente delicada, Bernardos se aventuró y superó múltiples obstáculos para alcanzar un sueño: practicar trasplantes para curar a enfermos hepáticos. Se convirtió así en un "héroe para sus pacientes", reseñó ayer el José Miguel Cisneros, director médico del hospital.

Pese a la primera negativa que recibió Bernardos a su proyecto, -fue tildado incluso como "algo ilusorio" por el responsable del hospital a mediados de los 80-, su entusiasmo le impulsó a hacer realidad sus inquietudes quirúrgicas. La acertada visión de las posibilidades de curación de los trasplantes hepáticos condujo a este cirujano a la Universidad de Pittsburg (EEUU), donde se entrenó en las técnicas quirúrgicas de la mano de Tomas Starlz, reconocido como el pionero de esta cirugía en el ámbito mundial. Regresó a Sevilla y tras un periodo de investigación con animales, Bernardos realizó en 1990 el primer trasplante hepático. "Fue un Viernes de Dolores, el 10 de abril", recuerda. Se convirtió en un referente para Andalucía.

Hasta 2007 Bernardos ha dirigido la Unidad de Trasplante Hepático y Cirugía Hepatobiliopancreática. Su sucesor, Miguel Ángel Gómez, tildó como "grandiosa" la labor de Bernardos en la lucha "contra la enfermedad del hígado". Entre abrazos y palabras de agradecimiento, Bernardo asistió emocionado a los aplausos de sus colegas y seguidores. María Jesús Montero, consejera de Salud, recordó las continuas peticiones que han llegado a su despacho de pacientes que querían ser atendidos por homenajeado.

Abrumado por el cariño de sus colegas y con sencillez en sus palabras, Bernardos expresó su "alegría" por el reconocimiento a a una vida dedicada a la curación.

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