La tormenta que se prevé azote Sevilla durante todo este puente festivo ha acabado con la esperanzas de lleno absoluto en los hoteles. El mal tiempo ha provocado una caída en las reservas de última hora, aunque se mantienen, por ahora, las que se cerraron con anticipación y que han permitido que el Jueves y Viernes Santo la ocupación en los hoteles sea del 93%, cifra que supone todo un alivio para el sector turístico, uno de los pocos que parecen mantenerse a flote del naufragio de la crisis.

Los buenos augurios que la Semana Santa traía para el turismo se están cumpliendo hasta el momento, aunque no se logrará el lleno absoluto que los empresarios del sector preveían ante el buen tiempo que predominó las semanas anteriores a esta celebración. Nunca llueve a gusto de todos, y en el caso de los hoteles y las agencias de viaje lo que cae del cielo puede provocar que los porcentajes empiecen a desinflarse. Por ahora no ha pasado, pero todo pende de un hilo. Así lo refiere el gerente de la asociación de hoteles de Sevilla, Santiago Padilla, que asegura que "las reservas que se cerraron con anticipación se mantienen, pero no ocurre así con las de última hora que no se están produciendo debido a la amenaza de lluvia y ante lo ocurrido los días en los que no han salido cofradías.

Las reservas para el Jueves y Viernes Santo han llegado al 93% y descienden ya a partir del Sábado Santo. Los hoteleros confiaban en que los turistas que decidieran visitar la capital andaluza a última hora completaran la oferta el Miércoles Santo y a partir del Sábado Santo, cuando el porcentaje de ocupación empieza a descender, pero la esperanza se ha difuminado tras la lluvia caída y la que está por caer. Según Antonio Távora, presidente de las agencias de viajes, estas reservas de última hora suponen entre un 7% y un 10% en la ocupación, cifras que ya da por perdidas. Távora añade que en las agencias de viajes se están produciendo bastantes "modificaciones" con el mal tiempo, lo que puede también cambiar las previsiones tan optimistas que en principio se barajaban. En este sentido, el Ayuntamiento informó días antes del Domingo de Ramos que los hoteles tendrían desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección una ocupación media de un 86,84%, una de los mejores cifras de los últimos años. Dicha predicción se eleva hasta el 90% en los hoteles de cuatro y cinco estrellas. Esta previsión mejoraba sustancialmente a partir de jueves, cuando la ocupación se elevaba hasta el 98,14% (cinco puntos más que lo estimado por los empresarios). El Jueves y Viernes Santo son las jornadas que el año pasado registraron más actividad hotelera.

A falta de datos oficiales, entre los que más se resentirán serán los hosteleros. Un dato sirve de guía: el volumen de residuos recogidos en las calles en los días que ha llovido es bastante inferior.