FUE delegada consorte de Fiestas Mayores tras la toma de la Caseta Municipal. Veinte años después, Ana Llorca (Sevilla, 1953), fue la musa de la Feria de 1999 en el cartel que pintó Félix de Cárdenas. El artista y la modelo, como la película de Trueba, volvieron a unirse en la Feria 2013, la del delegado Gregorio Serrano.

-¿Cómo ha llevado la Feria?

-Bien, pero trabajando. Llevo 28 años de profesora en La Rinconada y allí la Feria es en septiembre.

-¿De qué da clase?

-De todo. Lengua, Matemáticas, Conocimiento del Medio y además soy la encargada de la Biblioteca. Estoy con alumnos de sexto de Primaria. Todos los años se van con lágrimas.

-¿Qué le supuso ser el icono de la última Feria de Soledad Becerril?

-Fue una experiencia muy bonita. Me veo cada vez mejor. Eligieron a Félix (de Cárdenas) porque el cartel que hizo para la Maestranza estaba en la memoria. En el que hizo conmigo le hace un pequeño homenaje a ese cartel con el torito que aparece en el abanico. El mantón de Manila era mío, era negro y Félix lo pintó azul. Le vendría mejor. El pintor se retrata de San Fernando.

-¿Es su retrato de Dorian Gray?

-Cuando lo vi terminado, me dio muchísimo pudor. Le pedí que no se me reconociera mucho la cara, y creo que ahora me arrepiento. pero los pies son míos. Las manos, la postura. Me calcó.

-¿Es usted feriante?

-Nací en la Gavidia. Vivíamos la Feria del Prado. Como no teníamos caseta, llevábamos la media botella de manzanilla en el bolso. Me encantaba la Feria. Cuando me casé con Ortiz Nuevo empecé a odiar la Feria hasta que hice las paces con ella.

-Aquel Ayuntamiento del tripartito con Uruñuela alcalde arrancó prácticamente con la Feria...

-Es verdad. Entraron con la Feria y el Corpus. Y el problema con los cacharritos, ¿te acuerdas?

-¿Ya era delegada consorte?

-No, porque nos casamos en julio de 1979. El 2 de julio. El día de Santa Ana, en la iglesia de Santa Ana y después nos fuimos a la Velá. El mismo sitio donde nos conocimos. O mejor dicho, donde él me conoció a mí.

-Esa boda de concejal en coche de caballos permitió salvar de la piqueta el hotel Triana...

-Es cierto. Allí hicimos el convite y hubo una suscripción popular para convencer a los dueños.

-¿Fue más veces modelo?

-Pues sí. Posé para el escultor Antonio Illanes, que era amigo de mi padre, y a un pintor de Granada le interesaba mi cabeza.

-¿Qué recuerda de la Feria del Prado?

-La tienda de un señor que tenía que ser judío porque tenía la estrella de David. Vendía turrones. En esa época estuve trabajando en la Feria de Muestras de azafata. Conocí a algunos gerifaltes, como el ex ministro Garicano Goñi. Mis amigos se metían conmigo, porque éramos rojos.

-¿Iba para maestra?

-Primero hice dos años de Ciencias Exactas, pero vi que me faltaba formación humanística y preferí hacer Magisterio.

-¿Cómo conoce al pintor?

-Creo que fue en la Bienal. Después volvimos a coincidir en el Salvador. Empezamos a hablar, empezamos a hablarnos. Pasamos juntos cuatro años muy felices. Este cartel es un buen recuerdo de ese tiempo.

-¿Vivió la toma del palacio de Invierno en la Caseta Municipal en la Feria de 1979?

-La gente creía que iba a ver carreras a ver quién comía más langostinos.

-¿Qué le dejó su paso por Exactas?

-Las clases de Juan Ramón Medina Precioso, que luego fue rector.

-Pasó de concejal comunista de Sevilla a consejero del PP en la región de Murcia.

-Yo lo recuerdo como un espléndido profesor. Como recuerdo la pesadilla del Cálculo Infinitesimal.

-¿Su vivencia de la Feria?

-Yo venía con cuatro pintores y no sabes cómo beben los pintores. Fernando Ruiz Monedero, Félix, Haroldo.

-Los que estaban con Rolando Campos en Asilah, Marruecos, cuando murió.

-Se murió en los brazos de Félix. Yo llegué una semana después. Me encanta esa zona. Iba a ir a los campamentos del Tinduf, pero se suspendió el viaje por el conflicto de Malí.

-¿Sus hijos viven la Feria?

-A Estrella le encanta, pero está de cooperante en Nicaragua, en un campamento en Solentiname, el pueblo de Ernesto Cardenal. Le pusimos Estrella por la canción de Enrique Morente. Y José Luis está cerca de Londres trabajando en algo que significa fregaplatos en inglés.

-¿Fue del PSA?

-Antes milité en el PCI (Partido Comunista Internacional) porque mi novio era trotskysta.

-¿Y la Semana Santa?

-Mi padre era de la Vera-Cruz. Salía descalzo y con cruz para no pagar el cirio.