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El microbús implicado en el accidente con heridos sufrió un fallo de motor en agosto

  • Ni Tussam ni Mercedes detectaron la avería y el vehículo siguió funcionando con normalidad hasta el accidente del sábado

  • La última revisión que pasó el vehículo fue sólo tres días antes del accidente del sábado

Imágenes del accidente de un microbús de Tussam en la Campana

Imágenes del accidente de un microbús de Tussam en la Campana / Juan Carlos Vázquez (Sevilla)

El autobús de Tussam implicado el pasado sábado en un accidente que provocó diez heridos sufrió un fallo de motor que no se pudo identificar el pasado mes de agosto. Desde entonces había circulado con normalidad y sin dar ningún error ni aviso de avería. Este asunto fue tratado ayer en el consejo de administración de Tussam, donde se analizaron las revisiones que habían sufrido los vehículos accidentados.

La última que pasó el que provocó los diez heridos fue sólo tres días antes del accidente, sin que diera ningún fallo en ninguna de las pruebas. La línea C5 contaba con cuatro microbuses Mercedes Sprinter, dos de ellos comprados el 29 de agosto de 2016 y los otros dos el 1 de octubre de 2018. Todos los vehículos han superado la ITV en los plazos legalmente establecidos y han cumplido las revisiones de mantenimiento exigidas por la garantía del fabricante, según indicaron ayer a este periódico fuentes municipales.

Durante el año 2019, los incidentes con estos autobuses han sido cuatro. El 29 de julio uno de los microbuses comprados en 2016 (que no se ha visto implicado en ninguno de los accidentes) sufrieron una avería consistente en una rotura de motor. Fue revisado en el taller de Tussam y en el servicio técnico del fabricante. En ambos casos, se concluyó que la rotura de motor “se produjo por acción humana sobre elemento mecánico”. Tras la reparación, el vehículo ha prestado servicio sin incidencias.

El 5 de agosto de 2019, el microbús siniestrado el sábado (que fue adquirido por la compañía de transportes urbanos el 1 de octubre 2018) en la Plaza del Duque sufrió una avería por fallo en el motor. Fue revisado por Tussam y Mercedes y no se identificó la avería en ninguno de los dos talleres, que comprobaron el correcto funcionamiento de los elementos de seguridad del vehículo. El 3 de diciembre, el otro microbús comprado en octubre del año pasado se empotró contra la farola de la Plaza del Duque. El área de Mantenimiento de Tussam realizó pruebas con este y el otro vehículo adquirido en la misma fecha, es decir, con el que se empotraría en la fachada de la tienda de Zara unos días después.

En esas pruebas, realizadas el 4 de diciembre por el área de Mantenimiento de Tussam, los microbuses respondieron con normalidad a las órdenes de apertura y cierre de puertas y se constató la eficacia del sistema de frenado. Tres días más tarde, el 7 de diciembre, el microbús al que se le habían hecho estas comprobaciones se ve implicado en otra colisión. Hasta ese momento había prestado servicio sin ninguna incidencia durante toda la jornada. A las tres y cuarto de la tarde se produjo el accidente. Un cuarto de hora después, a las tres y media, Tussam decide suspender la línea C5 hasta que no haya garantías de seguridad. Por el momento no hay fecha para la reapertura del servicio.

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