La palabra albergue siempre ha tenido una pequeña connotación negativa, sin embargo los denominados backpakers o hostels son algo completamente distinto. Este nuevo concepto de hospedaje es internacionalmente conocido. En España poco a poco va sumando cada vez más adeptos.

Habitaciones compartidas que suelen tener entre 4 y 6 camas con baño en la habitación o con baño comunitario son la fórmula más habitual de estos establecimientos. Antonio Villena, dueño de Triana Backpakers (en la calle Rodrigo de Triana) explica que "cuando vas a un hotel la baza principal es la habitación, sin embargo en estos establecimientos la habitación es meramente circunstancial, sólo se utiliza para dormir, el resto del tiempo se pasa en las zonas comunes o visitando la ciudad".

La idea de la integración y la relación entre los huéspedes de distintas nacionalidades es la diferencia principal con el resto de alojamientos. Según Pablo, dueño del Oasis Backpakers (tras la iglesia de la Anunciación, junto a la Encarnación), "este tipo de establecimientos suele ser moderno, tener buen precio y servicio, por lo que atrae turistas con facilidad". Los clientes vienen a Sevilla por el ambiente, los bares de tapas, las calles estrechas y su marcha. Casi todos tienen servicios similares, la mayoría ofrece internet de forma gratuita para sus huéspedes y una cocina comunitaria donde cada cliente puede preparar su comida.

El perfil de los clientes se sitúa entre los 20 y los 25 años, aproximadamente. Muchos son los que viajan sin compañía y algunos en familia. Pablo puntualiza que "no son gente que no tenga posibilidades económicas, sino que prefieren gastarlo en otras cosas". Antonio Villena cree que "son gente que momentáneamente no dispone de recursos ya que la mayoría son estudiantes, pero dentro de unos años serán personas con un alto poder adquisitivo". La mayoría de los clientes procede de Estados Unidos, Australia, Inglaterra, Alemania y Francia.

Cada vez más gente viaja sola, no siempre es fácil encontrar compañeros y son muchos los que apuestan por no renunciar a sus planes. Eric, un joven americano de 25 años, lleva un mes conociendo Europa. "Viajo solo en busca de aventuras y especialmente de aprendizaje, es una experiencia que te enriquece como persona".

Los americanos y australianos están acostumbrados a viajar durante largos periodos de tiempo, y no resulta sencillo encontrar amigos que coincidan en presupuesto, tiempo e inquietudes.

Antonio Villena comenta que la mayoría de los turistas no planifican su viaje, van organizándolos sobre la marcha "si les gusta se quedan un par de días y, si no, siguen hacia su próximo destino". Un claro ejemplo es uno de los clientes del Triana, Antonio comenta que "vino, le gustó, y ya lleva dos meses alojado". Pablo afirma que "mis clientes son extranjeros, en su mayoría americanos y australianos". Los jóvenes están acostumbrados a viajar de esta manera , sin embargo en España esta forma de turismo no está generalizada.

Con la mochila al hombro, poco dinero en la cartera y muchas ganas de aprender, viajan los estudiantes de medio mundo. Antonio explica que en países como Australia están acostumbrados a viajar, "cuando acaban el bachillerato los padres les pagan un año para viajar antes de entrar en la universidad". Desde muy jóvenes los padres quieren que aprendan, que investiguen y que maduren. En Australia el turismo se ve de otra manera, "lo que en España podría verse como un gasto en Australia es una inversión", dice Villena.

Emily y Hannah, de Melbourne, han decidido venir con un grupo de amigas y pasar en Sevilla unos días con sus mochilas. "Queremos conocer mundo y esta es la mejor forma". Este tipo de turismo va más allá de lo económico, son viajes en los que se busca el contacto con la gente, se planifican sobre la marcha y se llenan de experiencias y recuerdos.