Amanecía la Sierra Norte con los tejados cuajados de nieve y los coches cubiertos por restos de hielo producto de la intensa nevada que cayó sobre la comarca en la noche del pasado jueves. A pesar de que las previsiones apuntaban a que los primeros copos caerían en la jornada de hoy sábado, en localidades como Guadalcanal y Alanís de la Sierra, a unos 100 kilómetros de la capital, las primeras nieves del invierno quisieron adelantarse a las predicciones.

El intenso sol que reinaba ayer y las intensas lluvias de las últimas jornadas, impidieron que la nieve cuajara en los núcleos urbanos, aunque sí lo hizo en zonas de montaña, como el pico La Capitana, en Guadalcanal, que con 959 metros sobre el nivel del mar es uno de los lugares de mayor altitud de toda la provincia.

A los vecinos de Alanís de la Sierra y Guadalcanal la repentina nevada les cogió desprevenidos, aunque se mostraban encantados sabedores de que numerosos turistas visitarán durante el fin de semana sus pueblos para disfrutar de la nieve, como explicaba Vanesa, del bar Serón de Guadalcanal: "Esto es bueno para nosotros. Sobre todo, vienen muchas personas de la capital".

El bar Serón se encuentra en la Plaza de España, donde los restos de la tormenta aún son visibles en coches y tejados. Ana María Chaves, que viene de hacer la compra, no se muestra tan complaciente con la nieve: "Es bonito por el paisaje y esas cosas, pero a las personas mayores nos viene mal porque las calles se ponen muy peligrosas y nos tenemos que quedar en casa por el riesgo de caída".

Desde el Ayuntamiento se divisa al norte La Capitana, a cuyo espectacular mirador es complicado acceder en coche por cómo está el camino por las lluvias, el observatorio y los viejos repetidores de televisión, lo que los mayores llaman el UHF.

Más al norte, siguiendo por la carretera que une Andalucía con Extremadura, a pocos kilómetros de Guadalcanal, está el alto de Llerena. En esta zona la nieve ha cuajado mucho más que en el resto de la comarca. Montes completamente nevados, y trayectos ferroviarios que más parece que unieran Burgos con León que Sevilla con Mérida.

La nevada del jueves no tuvo prácticamente ninguna consecuencia en las carreteras, aunque el alcalde, Jesús Manuel Martínez Nogales, puso en alerta a los servicios de emergencia. Más vale prevenir que curar: "El jueves por la noche salí con el coche a dar una vuelta y la cosa empezó a ponerse complicada, así que tuve que avisar a la Guardia Civil y hubo que echar sal en el Puerto de Llerena, que siempre es la zona más conflictiva".

Las previsiones apuntan a que hoy por la tarde volverán a caer los copos con fuerza sobre la Sierra Norte: "Esto es muy bueno para el turismo. Esperamos mucha gente para este fin de semana, sobre todo para el domingo, que será el día en que todo esté más bonito; pensamos que con las bajas temperaturas la nieve aguantará como ocurrió hace tres años. Ya hoy había mucha gente en la venta del mirador".

Aprovechando la estampa invernal, en Guadalcanal se mantendrán encendidas este fin de semana las luces de Navidad que adornan sus calles. "Será una estampa muy bonita y otro atractivo más para que la gente venga a vernos", apunta el regidor.

Pero como nunca llueve, o nieva, a gusto de todos, la peor parte se la han llevado los agricultores, especialmente los olivareros, que se encuentran en plena campaña de recogida: "Entre la lluvia que no ha dejado de caer y ahora esto, la recolección se está viendo muy afectada".

Cazalla, Constantina, Alanís, Guadalcanal o La Puebla de los Infantes sumarán este fin de semana a su atractivo monumental, cultural y gastronómico, sus magníficos paisajes nevados. Y todo ellos a poco más de una hora de Sevilla.