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La nueva normalidad llega a Quirónsalud

  • Los Hospitales Sagrado Corazón e Infanta Luisa han realizado un arduo esfuerzo para establecer nuevos circuitos de pacientes con el fin de garantizar su seguridad y la de los profesionales

El doctor Juan Antonio Márquez en el área de Urgencias  de Sagrado Corazón.

El doctor Juan Antonio Márquez en el área de Urgencias de Sagrado Corazón. / JUAN CARLOS VÁZQUEZ

Los pasillos y las salas de espera de los Hospitales Quirónsalud Infanta Luisa y Sagrado Corazón de Sevilla no tienen el trasiego y bullicio con el que contaban antes de la pandemia del coronavirus pero, gracias a la desescalada en fase 1, un eficiente protocolo de seguridad y que, además, no tienen ningún paciente positivo COVID-19, van recuperando la normalidad progresivamente. Siempre, afirma Alfonso Haya, director Médico del Sagrado Corazón, "sin bajar la guardia y bajo medidas exhaustivas, con el objetivo de proteger a pacientes y profesionales". En el momento que comenzó la crisis sanitaria, explica el doctor Haya, “únicamente se realizaban consultas telefónicas”. Es, cuando se ha ido avanzando en el tiempo, y mejorando la prevalencia e incidencia de la enfermedad, cuando se ha pasado a tener en la actualidad más consultas presenciales reduciendo las telefónicas.

Asimismo, se han establecido nuevas agendas con periodos de citación más distanciados entre un paciente y otro garantizando así, enfatiza, "una estancia de pacientes en sala de espera con suficiente espacio y capacidad para respetar las distancias de seguridad". En esa línea, también se ha recomendado que vayan solos y, en caso de ser dependientes, con un único acompañante.

Es comprensible, comenta el doctor Haya, que les cueste desplazarse al hospital, "pero es necesario reactivar las consultas presenciales porque tenemos pacientes que, por el miedo lógico al virus, se están quedando en casa con patologías serias que debemos atender". Sin embargo, una vez que llegan al hospital, "reciben sensaciones de seguridad que les tranquiliza y satisface: una persona que distribuye a los pacientes en la sala de espera, vigilancia de la distancia de seguridad, si no traen mascarilla se les facilita, información de las medidas y cuidados, circuitos diferenciados...". Y, por si fuera poco, han superado una exhaustiva auditoria como Hospital Seguro, “garantía de que se cumplen todos los procedimientos de seguridad para pacientes y profesionales".

La realidad, reconoce el doctor Haya, "es que la pandemia ha sido dura por el desconocimiento del virus, pero hemos reaccionado rápidamente y controlado la situación con una implicación espectacular de todas las áreas y profesionales".

Una de las fachadas del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón. Una de las fachadas del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón.

Una de las fachadas del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón.

Seguridad, ante todo

Uno de los protocolos más eficaces que hacen de Quirónsalud “hospitales seguros” ha sido la diferenciación total de un circuito covid y otro para pacientes limpios. Tal y como afirma el jefe de servicio de Urgencias y Cuidados intensivos del Sagrado Corazón, Juan Antonio Márquez Vácaro, "desde que entran por la puerta hay personal asistencial para ambos grupos con profesionales que solo atienden a los pacientes sospechosos de estar afectados en consultas aisladas e identificadas". Las radiografías, reconoce, "también se realizan en zonas distintas".

El doctor Márquez insiste igualmente en la necesidad de volver a "normalizar" las consultas presenciales. “En todas las especialidades hacemos videollamadas y llamadas telefónicas para hacer un seguimiento a pacientes crónicos o consultas a personas de urgencias". Sin embargo, ya deben acudir sin miedo, sobre todo pacientes con patologías cardíacas o posibles ictus que pueden llegar en una situación complicada. "No deberían demorar su asistencia –insiste– porque más riesgo tiene la tardanza que el posible contagio de coronavirus que es prácticamente nulo".

Destaca también que, a pesar de la preocupación, los pacientes se han sentido muy arropados gracias a la seguridad y tranquilidad que les transmite que todo esté protocolizado: "Todo el mundo sabe lo que tiene que hacer, no hay ninguna actuación que quede en el aire".

Asimismo, en el hospital se han realizado pruebas serológicas (test rápidos) y análisis PCR a todo el personal (libres de covid) y a los pacientes, con el objeto de delimitar quién ha pasado la enfermedad o ha estado contagiado; y, del mismo modo, a los pacientes que han dado positivo durante la pandemia se les ha realizado un seguimiento postingreso y tras acudir a urgencias hasta que han recibido el alta definitiva.Pese a la agresividad de la enfermedad, "hay casos llamativos que dan fuerza moral para seguir", afirma el doctor Márquez, quien relata el caso de una chica que tuvo un parto normal recientemente pero el postoperatorio lo pasó ingresada en la UCI en situación crítica por coronavirus. "Ahora se encuentra bien en casa", cuenta ufano.

Fachada principal del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa. Fachada principal del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa.

Fachada principal del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa. / Juan Carlos Vázquez

Protocolo eficaz

Esa satisfacción por el trabajo bien hecho la siente igualmente Miguel Ángel Vaz, anestesiólogo responsable del protocolo de manejo quirúrgico del Sagrado Corazón para el abordaje potpandemia quien, destaca, que están reactivando la cirugía reglada "porque tenemos muchos pacientes que lo necesitan y tenemos las condiciones perfectas, ya que no tenemos ningún infectado ingresado". Para ello, en consonancia con el área UCI, han preparado un circuito "absolutamente libre de covid".

Desde el triaje, que consiste en una exploración clínica exhaustiva, y un cuestionario covid, se valorará, además, hacer los test o análisis necesarios para descartar que el paciente esté contagiado (con parámetros específicos para evitar un posible mal diagnóstico covid), por lo que la persona sale de consulta muy agradecida y tranquila tras este circuito tan exhaustivo. Con esos datos, se programa de forma reglada la cirugía. En las dos últimas semanas de abril, recuerda el doctor, “han pasado por la consulta de preanestesia unos 140 pacientes, de los cuales se han intervenido casi un 60% sin ninguna complicación respiratoria vinculada al virus y atendidos por profesionales altamente protegidos”. Eso indica, continúa, que, "además de la alta eficacia de un protocolo lineal, donde se ha reducido la asistencia al hospital el menor número de veces posible del paciente, la prevalencia de la infección es muy baja en Sevilla y concuerda con una tasa de contagio muy pequeña". De hecho, asegura, "mejor situación de la que tenemos en nuestros hospitales no la tendremos hasta que salga la vacuna".

Protegidos, siempre

Con esa alta efectividad de los protocolos y resultados coincide Juan González, el jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa. “Teníamos que demostrar de forma objetiva que esta transición debía ser segura”, aclara. Y eso únicamente es posible con protocolos. Concretamente, afirma, "en lo que afecta a mi unidad, que tenemos un porcentaje de cirugía muy compleja, hemos ido incorporando la actividad poco a poco porque era la mejor manera de disminuir la infección". Sin embargo, los múltiples filtros que han hecho que los pacientes lleguen a quirófano con garantía de no tener COVID-19, ha sido fundamental para que "los pacientes, familiares y profesionales se den cuenta que la actividad se puede ir retomando con las medidas adecuadas”.

En ese sentido, el doctor González, alaba el mismo plan de contingencia que, junto a la dirección médica del hospital, ha delimitado las áreas libres de covid para atender patologías no infecciosas. "Nos adelantamos a los acontecimientos y este plan ha funcionado", corrobora, insistiendo en que esa adaptación de dos UCI "ha permitido que pudiéramos atender patologías urgentes y oncológicas con muchas garantías". Asimismo, el doctor quiere agradecer "el esfuerzo ingente que ha realizado la dirección nacional y territorial de Quirónsalud por mantener protegidos a todos sus profesionales".

El doctor González lanza un mensaje de tranquilidad: "Debemos estar alerta, pero no alarmados". Evidentemente, “no conocemos bien cómo será el futuro del virus, pero esa gestión de la incertidumbre la trabajaremos con prevención, dedicación y formación”. No es un mal momento ahora por tanto, asegura, “para operarse de cualquier patología programada. Los pacientes están en buenas manos y las condiciones son altamente seguras”.

Sin descanso

El área de oncología ha estado permanentemente abierta en los Hospitales Quirónsalud Sagrado Corazón e Infanta Luisa. “Tenemos las consultas y las unidades de día donde se administra el tratamiento de la quimioterapia”, señala Pedro Valero, jefe del área oncológica de ambos centros hospitalarios. "Las consultas para aquellos pacientes que tenían que ir a tratamiento, primeras consultas y personas recientemente operadas han sido todas presenciales, al igual que las revisiones de pacientes que estaban en tratamientos o con enfermedad activa y revisión con periodicidad cercana". Las pruebas diagnósticas de los pacientes en revisiones semestrales o anuales, se pospusieron al mes de mayo. "Los resultados se están dando por teléfono al igual que ciertas revisiones, aunque ya son casi todas presenciales", aclara el doctor Valero, quien reconoce que todo el equipo ha trabajado diariamente aunque, de manera preventiva, "unos presencialmente y otros desde casa supervisando revisiones periódicas para reservar a parte del personal de un posible contagio –que no ha ocurrido– y que el área en todo momento pudiera estar atendida".

En cualquier caso, declara el doctor Valero, "el hecho de ser un paciente oncológico no aumenta el riesgo de evolución grave en la posible infección por COVID-19 por lo que, con las medidas de seguridad que tenemos, deben acudir al hospital con la máxima tranquilidad”. Además, durante la parte más dura del confinamiento, asegura, "los pacientes oncológicos han estado plenamente atendidos recibiendo, en todo momento, los tratamientos que necesitaban”. Este ingente trabajo, ensalza el doctor, “no hubiera sido posible sin el comportamiento ejemplar de enfermos, familias y personal sanitario, que ha tenido una entrega y cooperación plena para, entre todos, ajustar medidas de precaución en todo el proceso de atención a estos pacientes a los que nos une una relación humana y personal".

Atención al paciente

La seguridad es algo con lo que no se escatima en los Hospitales Quirónsalud. Lo cuenta Pepa Rodríguez Redondo, responsable del Departamento de Atención al Paciente del Hospital Infanta Luisa: "En la cuarentena se han restringido los accesos para restringir en lo posible el número de personas dentro del hospital, además de un estricto protocolo de seguridad". En cuanto a las consultas, explica, "se han puesto cada media hora con el fin de evitar que las salas de espera estén masificadas; con la misma idea, les pedimos a los pacientes que vengan solos y realizamos parte de las consultas telefónicas". Atención al paciente es un área que, en realidad, tienen una amplia influencia porque también ayuda a los familiares ofreciéndoles mucha información, confirmando citas, acompañando en alguna prueba si es necesario y, en definitiva, ofreciendo seguridad y confianza del saber hacer las cosas. "Somos enlaces entre el paciente y el familiar porque, con las circunstancias que hemos pasado, se han prohibido las visitas y hemos servido de vínculo", aclara la responsable del área quien, incide, en la psicología y la seguridad que hay que tener para transmitir tranquilidad en los momentos más duros. "Quien venga a visitarnos puede contar con nosotros porque estamos para solucionar cualquier problema". Ante cualquier eventualidad, asegura Redondo, que es enfermera de formación, "estamos preparados, tenemos unas normas perfectamente establecidas y nos encontramos capacitados para dar confianza e información a todos los niveles". Y es que, concluye, "hemos de ser responsables, protegernos y proteger, pero hay que dejar el miedo atrás y no se nos puede quedar en el camino la alegría de vivir".