La llegada del PSOE a la Alcaldía de la mano del PA supuso en 1999 que Sevilla se embarcara en la elaboración de dos proyectos paralelos cuyo objetivo era diseñar el futuro de la ciudad. El Plan Estratégico Sevilla 2010 surgió en el primer mandato de Monteseirín al frente de la Alcaldía de Sevilla como contrapartida a la elaboración del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Sevilla, cuya redacción recayó en el área municipal controlada por el Partido Andalucista, que gobernó en coalición con el PSOE entre 1999 y 2003.

El alcalde puso al frente de la Oficina del Plan Estratégico a su mano derecha, Manuel Marchena, mientras que el responsable del PGOU fue el jerezano Manuel Ángel González Fustegueras, un profesional especialista en urbanismo que ha elaborado los planes generales de varios municipios de Andalucía.

El Plan Estratégico fue el centro de numerosas batallas políticas entre 1999 y 2003. Su utilidad real fue puesta en duda por parte de la oposición municipal, que alertó del riesgo de que se solaparan inútilmente dos iniciativas muy similares. El gobierno defendió la conveniencia de que su redacción fuera simultánea, sosteniendo que el PGOU debía ser la norma que llevara a la práctica las ideas e iniciativas planteadas por el Plan Estratégico, en el que participaron más de 140 entidades y colectivos ciudadanos.

La mayoría de los 28 proyectos del Plan Estratégico Sevilla 2010 todavía no han pasado de los planos a la realidad o acumulan un considerable retraso. No todo es achacable al Ayuntamiento, aunque éste se pusiera las medallas, pues pocas iniciativas entran realmente dentro de las competencias municipales. El pleno empleo es ahora más que nunca una quimera, mientras que otras iniciativas calificadas como "estratégicas" surgidas en los últimos años ni siquiera aparecen en el documento, como es el caso del tranvía.

Una de las iniciativas más destacadas en el Plan fue el Metro: "se espera que un primer tramo de la Línea 1 esté acabado entre 2004 y 2005 y la línea totalmente finalizada en 2006. Además, Sevilla debía constituirse en "un nodo entre Oriente y Occidente" y el desarrollo económico debía articularse a través de proyectos como la ampliación de Fibes -cuyas obras no empezaron hasta el año pasado-, el incremento de la capacidad del aeropuerto -que no está iniciado-, el A400M -que todavía no ha empezado a volar-, el aumento de la superficie disponible en Cartuja 93 -que sigue en tramitación-, o la mejora del Puerto, que es uno de los proyectos que está cumpliendo los plazos junto a la modernización de la factoría de cajas de cambio de Renault en San Jerónimo.

A pesar del escaso impacto real de esta medida de "marketing político" -palabras de Manuel Marchena-, el gobierno municipal se lanzó en abril del año pasado a definir un nuevo Plan Estratégico denominado Sevilla 2020 sin realizar un balance del anterior que no estará definido hasta mediados del año que viene tras la inversión de otros 200.000 euros.