"Cuando los pacientes sufren eventos adversos a la aplicación de un tratamiento oncológico sienten una ingente necesidad de comunicarse de manera inmediata con su médico". Inés Rivero Belenchon es uróloga de la Unidad de Oncología en el Hospital Virgen del Rocío y enfatiza en la necesidad de que los pacientes tengan información cotejada y accesible.

A ese problema da solución MyKidneyCare, una plataforma digital para pacientes con cáncer renal metastásico en tratamiento que ha sido recientemente reconocida en la XXXII edición de los Premios Mutual Médica a la Investigación 2022 celebrados en Sevilla y que le han concedido a la doctora Rivero una Mención Especial valorada en 2.000 euros por su trabajo en este proyecto, que sirve para ayudar tanto a las pacientes como a los propios facultativos en la batalla contra esta enfermedad. No está sola, el equipo de profesionales que ha logrado diseñar este proyecto pionero en cáncer renal metastásico cuenta con la colaboración de la también uróloga de la unida de Oncología del Virgen del Rocío, Belén Congregado, como directora del proyecto; el doctor Rafael Medina, jefe del servicio de Urología del hospital; los profesionales de la unidad de Oncología; y los ingenieros del grupo de innovación tecnológica, Germán Escobar y José Rivas.

El cáncer renal es un tipo de tumor urológico que está en aumento en países occidentales y afecta aproximadamente a unas 400.000 personas en todo el mundo, de las que se presume que en torno a la mitad necesitará en algún momento de su evolución un tratamiento sistémico porque serán metastásicos. Por lo cual, el volumen de personas que se podría beneficiar de este tratamiento es muy grande. La media de edad está bajando, rondando los 60 años, dado que, como explica la uróloga del Virgen del Rocío, "cada vez se hacen más pruebas de imagen por diversos motivos y permite detectarlos en estadios más precoces y ser tratados cuando todavía no hay síntomas. "Se trata de una una población subsidiaria de este tipo de seguimiento más digitalizado", apunta la profesional.

La doctora Inés Rivero, que ha recibido la Mención Especial en los Premios Mutual Médica a la Investigación, a la izquierda, junto al resto del equipo de trabajo.

El proyecto, que aún no ha sido llevado a la práctica a la espera de terminar de ser pulido por el equipo de ingenieros para que se puedan empezar a meter pacientes, está avalado por los buenos resultados de su aplicación desde hace algunos años en cáncer de mama. La idea del equipo de Urología del Virgen del Rocío es que esté funcionando ya el próximo año y de él podrán beneficiarse una media de 50 pacientes anuales, que los que trata cada año la unidad con esta enfermedad. Aunque el proyecto empezará a pilotarse en el centro sevillano donde se ha desarrollado, la idea que es pueda ser utilizado por todos los hospitales andaluces que trabajan con el mismo servidor.

"Se trata de una plataforma que nos va a permitir monitorizar la calidad de vida, eventos adversos y diversas constantes de los pacientes, además de crear un sistema de alarmas y de videollamadas para una comunicación más fluida con el médico durante el tratamiento", explica la doctora Rivero.

El paciente podrá acceder a la plataforma digital desde cualquier dispositivo, bien en su móvil, descargándose la aplicación para iOS y Android, o bien desde la pantalla de un ordenador o tableta. Así, MyKidneyCare estará disponible a cualquier hora y en cualquier momento del día desde el mismo bolsillo de los pacientes que recibirán un feedback de respuesta cada vez que registren algún evento adverso en su tratamiento con una serie de instrucciones generales que son las mismas que le daría el médico en consulta. Además, al quedar registrado un seguimiento continuado de esos pacientes, la propia aplicación es capaz por sí sola de irle pasando una serie de recomendaciones según los efectos adversos apuntados. 

Con todos esos datos, MyKidneyCare elabora una gráfica de seguimiento longitudinal que "permite al facultativo hacer un estudio de su calidad de vida a través del control de la evolución desde el principio del tratamiento", concreta la profesional, y, además, "monitorizar algunas constantes que se alteran como consecuencia del tratamiento como es la tensión arterial", concreta Rivero, que apunta la posibilidad de que, en casos considerados graves, salte una alarma en el servidor del equipo médico, que contactaría inmediatamente con el paciente, bien por videollamada o en consulta para analizar con él la medicación, pararla o modificarla en los casos que procediera. 

"Los pacientes que saben que están en seguimiento activo están más tranquilos porque saben que si les pasa algo el contacto con los facultativos es inmediato. Está demostrado que un mayor manejo de los efectos adversos consigue una mayor adherencia al tratamiento, y eso, por supuesto, repercute en su supervivencia", concluye la doctora Rivero.