El precio del combustible puede oscilar hasta un 27% en la provincia de Sevilla dependiendo de la estación de servicio donde se reposte, según la información sobre precios de los carburantes del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Paradójicamente, Utrera es la localidad sevillana donde los consumidores pueden encontrar los combustibles más baratos y los más caros de toda la provincia.

El Centro Comercial Eroski de Utrera es el surtidor abierto a todo el público con la gasolina sin plomo de 95 octanos más barata de España, a 0,889 euros el litro, empatando con otro establecimiento de la misma cadena situado en Murcia. El mismo surtidor ofrece también el gasóleo A menos costoso de Sevilla y el cuarto de toda Andalucía, cobrando sólo 0,919 euros el litro.

Los datos del Ministerio indican que la gasolinera situada en el kilómetro 16 de la A-394 -también en el término municipal utrerano- es la más cara de Sevilla. La gasolina sube un 27% hasta 1,136 euros, mientras que el gasóleo es un 24% más caro que en el centro comercial, ascendiendo hasta los 1,139 euros. No obstante, estos precios, que fueron recabados ayer en la web de Industria, pueden ser variados en cualquier momento por los gerentes de la estación de servicio.

La gasolinera de Alcampo en la Ronda del Tamarguillo es la única estación de servicio de la capital dentro de los diez surtidores más baratos de la provincia de gasóleo A. En cuanto a la gasolina sin plomo de 95 octanos, los vecinos de la capital se tendrían que trasladar hasta Alcalá de Guadaíra para encontrar una de las diez gasolineras menos costosas, un desplazamiento que no es rentable debido a que más del 90% de los surtidores ofrecen este combustible por debajo de la barrera psicológica del euro por litro. Casi dos tercios de los surtidores sevillanos venden el litro de gasoil por encima del euro, lo que demuestra que la bajada de los precios se está trasladando antes a las gasolinas que al gasóleo, que mueve a más del 70% de los vehículos nuevos vendidos en los últimos años en España. La dieselización del parque automovilístico provocó este año que el gasóleo fuera más caro que la gasolina por primera vez en la historia, debido a que España no tiene suficiente capacidad de refino para atender a toda su demanda y debe importarlo.