Uno de los sectores económicos que más aportan en la actualidad a la economía de la capital andaluza es el turismo, que vive precisamente en estos días uno de sus periodos más importantes del año. Aunque las primeras previsiones exigen una actitud de cautela en el sector hotelero de la ciudad, puesto que por el momento apuntan a unos niveles de ocupación inferiores a años anteriores.

El gerente de la Asociación Provincial de Hoteles de Sevilla, Santiago Padilla, explicó ayer que estas previsiones señalan que la ocupación media para la Semana que comienza mañana están actualmente en el 70%, y son ligeramente superiores para el puente del fin de semana (en torno al 80%) e inferiores para los primeros días de la semana, "en una tendencia que se está acentuando cada vez más en los últimos años". Padilla, no obstante, advirtió que "una cosa son las previsiones y después los datos reales, que suelen cambiar y que, además, en este caso, deben cambiar".

El 70% del que hablan estas previsiones "es un mal dato", sobre todo porque las cifras reales de las que habla Padilla del año pasado alcanzaron el 92%, a pesar de que los últimos días de la Semana Santa estuvieron pasados por agua, por lo que el gerente de la asociación provincial de hoteleros confía en que la cifra remonte. Y uno de los argumentos que utiliza para justificar esta esperanza es la variación que se ha producido en los últimos años en la forma de reservar los viajes por parte de los turistas. Ahora se apuesta más por reservar el viaje poco antes de que se produzca.

Sin embargo, esta actitud provoca también que ya existan pocas posibilidades de que mejoren las cifras de ocupación que los hoteleros manejan actualmente para los primeros días de la semana. Santiago Padilla explicó que esta tendencia de viajar a Sevilla para disfrutar únicamente de los últimos días de la Semana Santa "se ha acentuado de manera importante en los últimos años" y recordó que antes "podíamos ofrecer a los turistas un paquete completo para toda la semana y así, de alguna forma, les obligábamos a quedarse, pero ese tipo de paquetes ahora son imposibles porque el visitante ya viene únicamente desde el jueves al sábado".

A juicio de Santiago Padilla, el principal motivo de este cambio que ha supuesto grandes perjuicios para el sector en la ciudad "tiene algo que ver con el proceso de fragmentación de las vacaciones, que se pueden coger en periodos más pequeños, y también que ahora la gente puede viajar más".