FERIA Toros en Sevilla hoy en directo | Morante, Castella y Rufo en la Maestranza

Sevilla

La primera bulla de la Navidad

Cartel de lleno. Al menos, en las calles del centro de Sevilla. Andar por las vías comerciales resultaba ayer complicadísimo habida cuenta de la cantidad de personas que se congregaban, ya fueran turistas o autóctonos. La buena temperatura que se registra durante el puente festivo (con máximas que rozan los 20 grados) y la oferta cultural y de ocio para estas fechas prenavideñas han ambientado la capital hispalense. Una estampa que, previsiblemente, se mantendrá hasta mañana y que el sector turístico espera rentabilizar para alegrar unas arcas bastante esquilmadas con los años de la crisis.

"¿Serán esto los brotes verdes?". La pregunta se la hacían dos sevillanos cuando a la una de la tarde de ayer intentaban, con bastante dificultad, atravesar una colmatada calle Sierpes. El puente de cuatro días que une la Constitución y la Inmaculada ha reunido todos los factores para que se cumplan (incluso, puede que se superen) las previsiones. El Ayuntamiento hablaba el pasado viernes de 200.000 visitantes. Esta cifra puede quedarse corta si a ella se suman la de los turistas de última hora que hayan elegido como destino la capital andaluza por disfrutar aquí de un clima mucho más benévolo que en otras ciudades del interior de España, donde las máximas apenas superan los 10 grados. Aquí, sin embargo, en las horas centrales estorba el abrigo y la bufanda. De hecho, sólo había que darse una vuelta por la zona monumental del casco histórico para constatar la valoración que el turismo (sobre todo el extranjero) hace del otoño sevillano: visitantes buscando un resquicio del cual disfrutar por unas horas. Imagen que recuerda mucho a la que aquel polémico anuncio de los Reyes Magos en la ciudad hispalense.

El sol precisamente era lo que calentaba la cara de quienes esperaban en la cola del Alcázar (que llegaba hasta la esquina con la calle Fray Ceferino) y de la Catedral (que superó en algunos momentos la Puerta de los Palos). Pero, sin duda, si ayer hubo una cola con la que pocas podían competir era la del Gato Negro, la administración de Loterías de la Avenida de la Constitución, que se extendía hasta la punta del Diamante. Para algunos de los presentes éste es un síntoma de recuperación económica y para otros, un signo de que continúa la crisis y la gente se aferra al azar para acabar con la penuria.

También hubo colas, y bastante largas, para entrar en los belenes que ya se han inaugurado, como el de Cajasol en la Plaza de San Francisco o el de Diario de Sevilla en la calle Rioja. La visita a los nacimientos regala una estampa que se produce por estas fechas: la de los niños con globos y la de las matrimonios con carritos de bebé para martirio del tobillo de muchos viandantes que cuentan hasta diez para mantener la calma cuando sienten el atropello que les inflige el transporte infantil.

Además de los hoteles, la hostelería también se beneficia de este puente. Estos días resulta complicado hacerse un hueco en una barra. No digamos ya en un velador o en una de esas mesas altas que tan de moda se han puesto. Otra cuestión son los restaurantes. Cuando se trata de comer a mesa y mantel la gente se lo piensan dos veces. Por cierto, hablando de comer, lleno total en la terraza Gourmet Experiencie de El Corte Inglés. Una nueva oferta culinria dentro de la moda por los productos delicatessen.

En cuanto al comercio, aunque la apertura de las tiendas atrajo a numeroso público -el tranvía quedo interrumpido por la tarde debido a la aglomeración de personas en la Avenida de la Constitución-, no es menos cierto que abundaban más los viandantes sin bolsas que con ellas. Será cuestión de ajustar cuentas tras el puente para conocer su impacto económico. Hasta entonces, al menos, que no decaiga el ambiente.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios