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Sevilla

La juez rechaza poner en libertad a ocho implicados en el tiroteo de las Tres Mil

  • En la causa hay ya 14 imputados, el último de los cuales ha comparecido ante la juez que investiga la muerte de una niña de 7 años en agosto pasado.

La juez de Instrucción número 20 de Sevilla, que investiga el tiroteo registrado en agosto pasado en las Tres Mil Viviendas donde murió una menor de 7 años, ha rechazado la petición de la defensa de ocho los implicados para que estos fuesen puestos en libertad, con lo que ha confirmado el criterio expuesto por la Fiscalía, que se opuso recientemente a la excarcelación de los imputados, entre los que se encuentran los principales sospechosos, Antonio G. M., alias el Coleta, y su mujer, María del Carmen B. H, la Perla.

La instructora ha rechazado la petición de libertad por la peligrosidad de los imputados, al considerar que todos los implicados actuaron en grupo e iban con armas, según han explicado fuentes del caso. De los 14 imputados, diez de ellos permanecen actualmente en prisión, imputados por delitos de homicidio, contra la salud pública, tenencia ilícita de armas, encubrimiento y amenazas. 

La magistrada Nieves Martínez ha tomado este lunes declaración a un nuevo imputado, identificado como Y. P. N., un sobrino de Antonio G. M., el Coleta. Este nuevo imputado es hijo de un hermano del Coleta, apodado Mcgyver, que fue detenido en octubre pasado por su presunta participación en los hechos, dado que se hallaba en el escenario del tiroteo la noche del 20 de agosto, acompañando al Coleta, quien ha reconocido en sus declaraciones que cuando se produjo el tiroteo estaba con él cuatro familiares: su hijo Antonio José, dos cuñados y su hermano, conocido como Mcgyver. 

La instructora solicitó hace unos días a la Policía Científica que emita un informe sobre si las lesiones que presentan el Coleta y su hijo fueron producidas como consecuencia de un "disparo directo o de rebotes de disparos efectuados por ellos". 

La juez quiere que los agentes de la unidad Científica emitan ese informe a la vista de la documentación que obra en las actuaciones y después que se recaben al servicio de urgencias del hospital Virgen del Rocío las "pruebas radiológicas" que se les practicaron a ambos heridos. 

Desde un primer momento, la Policía siempre ha descartado la versión ofrecida por los detenidos respecto a que cuando fueron a "pedir explicaciones" a un delincuente conocido como Faíto, en relación con el secuestro del hijo del Coleta, les recibió a tiros. Antonio G. M. afirmó que cuando se bajó del vehículo sólo portaba un bate de béisbol y se dirigió a Faíto y a su hermano, insultándole y diciéndole que le iba a "matar". Según declaró el Coleta a la juez que instruye la causa, Faíto y su hermano salieron por detrás del bloque, portando una pistola y una escopeta con la que abrieron fuego, siendo alcanzados en las piernas por "restos de postas". 

El Coleta asegura que realizó únicamente "ocho o nueve disparos" y otros tres su hijo, y acto seguido se montaron en los vehículos y se fueron a gran velocidad. Después decidieron marcharse de las Tres Mil Viviendas porque un amigo le comentó que estaban "buscándole todos los gitanos de la familia de los Marianos y otros más para matarles". 

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