movilidad | la nueva línea especial de sevilla este

Una revolución para Sevilla Este

  • La nueva línea rápida de Tussam permite ganar más de media hora en los desplazamientos hasta el barrio

  • Los usuarios están muy satisfechos

Pasan unos minutos de las diez de la mañana del viernes 22 de septiembre. Avenida de Carlos V. Un autobús de la nueva Línea Especial (LE) de Sevilla Este espera en la parada inicial, habilitada junto a la del tranvía. Una mujer se acerca a preguntarle al conductor y se interesa por el recorrido, las paradas y la frecuencia del nuevo BTR (Bus de Tránsito Rápido) de Tussam, que une el Prado de San Sebastián y Andalucía Residencial en media hora. La frecuencia de paso es de ocho minutos en hora punta y de diez en el resto de la jornada. En la parada hay un cartel en el que se detalla el itinerario y los lugares en los que se detiene y otro que informa de que el último autobús de esta línea sale a las 21:34. El primero sale a las siete de la mañana. Es principalmente una línea para desplazamientos laborales. De hecho, no presta servicio los días festivos.

Para el conductor, es el primer día que hace esta ruta. Lleva un par de trayectos y ha tardado 26 minutos en el primero y 28 en el segundo. Dos reporteros de este periódico comprueban, cronómetro en mano, cuánto tarda el autobús en llegar a Sevilla Este. Hay algo más de tráfico que en la hora anterior, se encuentra con otro autobús cruzado que le obstaculiza en la primera parte del trayecto y se demora un poco más. Nada grave. 33 minutos en la ida y 37 en la vuelta. En total, una hora y diez minutos. Más o menos, quizás menos, lo que tardan autobuses de líneas regulares como el 27 o el 22 en llegar de Sevilla Este a la plaza del Duque, en el primer caso, o al Prado de San Sebastián, en el segundo.

El trayecto de vuelta ha tardado un par de minutos más que el de ida porque se han subido muchos más viajeros. Es obvio, tratándose de una hora temprana de la mañana. Hay mucha más demanda para ir al centro de la ciudad que para regresar de él. Los usuarios se muestran encantados con la nueva línea. Es lógico. Si llevan años tardando más de una hora, a veces hasta hora y media, poder cubrir la misma distancia en la mitad de tiempo supone toda una revolución. "Para mí es media hora más de sueño", dice Montserrat Filguera, que esta mañana viaja junto con su hermana Concepción. "El 27 es desesperante", añade ésta.

10:15 parada 1

El autobús sale casi vacío. Sólo dos personas se montan en la parada inicial. No es hora punta. El conductor explica que todavía no ha hecho un trayecto en horas con más tráfico, pero también dice que no tardará mucho más de media hora. Son avenidas grandes y hay pocas paradas. El autobús sale hacia la Pasarela, hace la rotonda completa y cambia de sentido para dirigirse hacia Carlos V y buscar la estación de Cercanías y Metro de San Bernardo.

10:20 parada 2

Se suben otras dos personas. El autobús es doble o articulado, de esos a los que los sevillanos gustan llamar gusanos. Esto permitirá que la mayoría de los viajeros puedan ir sentados, mientras que otros autobuses que llevan a Sevilla Este suelen ir completamente abarrotados desde que salen. En el trayecto de vuelta se notará mucho más su capacidad que en el de ida, que es mucho más tranquilo. Es obvio, por la hora que es, que la línea llevará mucha más gente de Sevilla Este al Centro que al revés. Unas horas después se invertirán los términos. En San Bernardo los usuarios de esta línea pueden enlazar con el tranvía, con el Metro y con el Cercanías.

10:23 parada 3

Esta línea tiene una parada en Eduardo Dato, pero ningún usuario pulsa el botón de aviso para apearse ni tampoco hay ninguna persona esperando en la parada. Así que el autobús prosigue su camino a buen ritmo en busca de la siguiente parada.

10:26 parada 4

La parada de la Gran Plaza está en la puerta del antiguo bodegón El Toboso. Se sube una mujer que acompaña a un familiar que camina ayudándose con una muleta. La mujer le pide al conductor que espere un momento. Pasa el bonobús, sienta a su familiar en un asiento y se dirige otra vez a la puerta del vehículo para bajarse. Uno de los usuarios le advierte. "Oiga, no haga eso, que si se lleva usted el bonobús y viene el revisor lo van a multar a él". La mujer cae en la cuenta y le entrega la tarjeta a su familiar. "No tengo más bonobuses. Ahora pagaré yo en el mío con dinero y ya está".

10:33 parada 5

El autobús empieza a llenarse. Es la parada en la que se suben más personas en todo el trayecto de ida. También ha cogido ya velocidad circulando por la Ronda del Tamarguillo. A partir de aquí hay pocos giros y todas son grandes avenidas por las que se puede circular a una velocidad comercial bastante elevada. Además, hay suerte y el autobús se encuentra con los semáforos en verde prácticamente hasta el final. El hecho de no parar en algunas de las paradas habituales de otras líneas le hace ganar mucho tiempo. Hay quien todavía no está informado del recorrido de esta línea -sólo lleva cinco días funcionando- y le hace señales al conductor desde las paradas del 27. El trabajador mueve la mano derecha y acompaña el gesto de negación con la cabeza. "Esta línea no para aquí", dice, como si la persona que lo ve al pasar pudiera leerle los labios. Y parece que lo hace, porque inmediatamente baja la mano y se resigna a esperar.

10:36 parada 6

El autobús para en la avenida Alcalde Luis Uruñuela, junto a la urbanización Las Góndolas. Es la primera parada de Sevilla Este. Apenas suben personas pero sí empiezan a bajar ya algunos de los viajeros.

10:40 parada 7

Pasa por delante de Fibes, donde no hay parada. El público objetivo de esta línea son los vecinos y en Fibes no vive nadie. Llega a buen ritmo a la avenida de las Ciencias, donde hay tres paradas. La primera es en la confluencia con la avenida de Emilio Lemos. Ésta es la zona hacia la que más ha crecido el barrio. Al final de Emilio Lemos, casi lindando ya con los terrenos del aeropuerto de San Pablo, se han construido en los últimos años numerosas promociones de viviendas protegidas que han hecho incrementar bastante la población de la zona, que ya era, de largo, la más poblada de la ciudad. Desde la parada de la avenida de las Ciencias hasta estos nuevos barrios hay, como mínimo, un cuarto de hora andando a paso ligero. Es quizás la pega de esta línea, que no llega hasta la parte más nueva, y también la más alejada, de Sevilla Este. Este viernes la mañana es agradable, pero un día de calor o de lluvia hay que recurrir al transbordo con las líneas 22 y B4.

10:43 parada 8

La penúltima parada también está en la avenida de las Ciencias, a la altura de la urbanización Entreflores. Aquí se vacía el autobús. Los pocos usuarios que quedan se apean y dejan solos al conductor y a los dos periodistas. La conversación, una vez vistas las prestaciones de la nueva línea, deriva invariablemente al fútbol y a la hazaña del Betis en el Santiago Bernabéu el pasado miércoles. "Éste va a ser un buen año", se dicen. Profesan la misma fe.

10:48 parada 9

El autobús tarda un poco más en llegar a la última parada porque ésta está ubicada en el sentido contrario, también en la avenida de las Ciencias, y hay que hacer la rotonda final en Andalucía Residencial. Y ahí hay un par de semáforos que le hacen perder un par de minutos. En total son 33 desde el Prado. Aquí tendría que hacer regulación, pero como ha tardado un pelín más de lo previsto, sale inmediatamente. Y de vuelta el autobús se va llenando. Hay bastantes estudiantes que se dirigen a la Enramadilla o al Rectorado. Los usuarios coinciden en que la solución ideal es el Metro. "Pero mientras lo hacen y no, esta línea es algo en lo que tendrían que haber pensado mucho antes".

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