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Sevilla

Una reyerta entre clanes de las Tres Mil Viviendas acaba a puñaladas

  • Uno de los participantes en la trifulca resultó herido en una pierna

  • Nadie avisó a la Policía, que no tiene conocimiento oficial del suceso

La Policía, en los Amarillos tras el tiroteo en el que murió una niña en 2013.

La Policía, en los Amarillos tras el tiroteo en el que murió una niña en 2013. / M. G.

Una reyerta en las Tres Mil Viviendas acabó la noche de este lunes a puñaladas. Una persona resultó herida en la pierna por arma blanca, si bien no precisó traslado al hospital ni tampoco tuvo que intervenir la Policía Nacional. El enfrentamiento surgió a raíz de una discusión entre miembros de dos clanes de la zona.

En un momento de la pelea, uno de los participantes en la trifulca sacó un cuchillo y se lo clavó en la pierna a su rival. Este fue atendido por sus propios familiares, mientras que el agresor se marchó de la zona. Los hechos ocurrieron en la calle Rafael Pérez del Álamo, en la parte del barrio conocida como Los Amarillos por el color de las fachadas de los bloques.

Es muy cerca del sitio en el que fue tiroteada una niña de siete años hace ahora seis años, en agosto de 2013. La menor, Encarnación Silva Salguero, falleció en el hospital Virgen del Rocío después de que los miembros del clan de la Perla dispararan por error contra su casa.

En la reyerta de este lunes nadie llamó a la Policía Nacional, que oficialmente no tenía constancia este mediodía del suceso. Es habitual que, si las heridas no son muy graves, los participantes en este tipo de riñas no llamen a la Policía ni tampoco acudan al hospital, ya que el centro sanitario está informado a informar a la Policía en el caso de que ingrese alguna persona con heridas por arma blanca o de fuego.

Los enfrentamientos entre clanes son muy frecuentes en el Polígono Sur, donde con cierta frecuencia se registran tiroteos con los que las bandas organizadas intentan hacer exhibiciones de poder y amenazar a sus rivales. Esto es muy habitual entre las familias que controlan el negocio del tráfico de drogas.

Estos episodios no siempre se inician por motivos relacionados con el crimen organizado. En otras ocasiones, una simple discusión amorosa entre una pareja ha sido el detonante de un tiroteo entre clanes.

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