Sevilla

Una separación matrimonial acaba a tiros en las Tres Mil Viviendas

  • La Policía Nacional detiene a tres miembros del clan de los Mikhailovich por abrir fuego dos veces contra el ex marido de una de sus familiares

  • Otras dos personas son arrestadas por tener una plantación de marihuana en un piso

Cinco detenidos en Sevilla por un tiroteo en las Tres Mil Viviendas / DGP

Una separación matrimonial acabó en las Tres Mil Viviendas en dos tiroteos. Ocurrió el pasado 17 de octubre en la calle Poeta en Nueva York. No hubo que lamentar víctimas mortales de milagro, ya que la persona contra la que se dirigieron los disparos retiró a su hijo pequeño, que dormía en el sofá, temiendo que podía ser alcanzado por las balas.

La Policía Nacional ha detenido a cinco personas por su presunta participación en estos dos incidentes con armas de fuego, ocasionados por las desavenencias familiares a raíz de una separación. En los registros, el Grupo de Atracos de Sevilla se ha incautado de dos pistolas de aire comprimido, diversas armas blancas y una plantación indoor de marihuana.

Varios de los detenidos están relacionados con el clan de los Mikhailovich, una familia de las Tres Mil Viviendas que se ha dedicado históricamente al tráfico de drogas. 

El 17 de octubre, un hombre fue interceptado en la calle por tres familiares de su ex mujer, según ha indicado este jueves la Jefatura Superior de Policía en una nota de prensa. A pesar de ser golpeado y amenazado de muerte, logró escapar y refugiarse en su vivienda. A los pocos minutos, los agresores habían abierto fuego indiscriminadamente sobre la fachada del domicilio. 

Alcanzaron el interior del salón y algunos proyectiles impactaron en el sofá, donde momentos antes se hallaba durmiendo el hijo menor del amenazado. Afortunadamente, el padre temía lo que podía ocurrir y reubicó a su hijo en otro lugar de la casa instantes antes de que se produjeran los disparos.

Ese mismo día por la noche, los mismos autores de los disparos regresaron a la vivienda de la víctima en compañía de otras diez personas. Volvieron a disparar contra la fachada y penetraron en la casa. Causaron destrozos en la vivienda, donde se encontraban los padres del amenazado, que tuvieron que esconderse para no ser localizados por los agresores.

La llegada de la Policía hizo que éstos se marcharan. Un equipo de la Policía Científica hizo una inspección ocular en el lugar de los hechos. Los agentes especializados en balística forense localizaron numerosas vainas y proyectiles. Tras su estudio, los policías confirmaron que en las dos ocasiones se había utilizado la misma arma de fuego.

Como ocurre en todos los incidentes con armas de fuego en los que no hay víctimas mortales o heridos graves, la investigación recayó en el Grupo de Atracos. Los agentes de esta unidad identificaron a tres personas que participaron en los tiroteos. El 17 de noviembre, la Policía puso en marcha un dispositivo en el que participaron más de 50 agentes. Colaboraron en él la Unidad de Intervención Policial (UIP) y la Unidad de Prevención y Reacción (UPR). 

Se hicieron cuatro registros simultáneos en otros tantos domicilios. Fueron detenidos los tres implicados en el tiroteo y dos personas más que se encargaban de una plantación de marihuana que tenían en una de las viviendas. Había 69 plantas y una instalación conectada de manera fraudulenta a la red eléctrica. En los registros se intervinieron también dos pistolas de aire comprimido, armas blancas, envoltorios de cocaína preparados para la venta y dinero en efectivo. 

La Policía precisa que, aunque los arrestados pertenecen a un conocido clan familiar asentado en Sevilla (los Mikhailovich), al que se relaciona con la actividad del tráfico de estupefacientes y es habitual que utilicen armas de fuego para resolver ajustes de cuentas o defenderse ante  posibles vuelcos o robos de droga, en esta ocasión el móvil de los hechos investigados tiene su origen en rencillas o venganzas familiares.

Los detenidos, a los que les constan antecedentes por hechos graves, fueron puestos a disposición judicial por los presuntos delitos de asesinato en grado de tentativa, lesiones, tenencia ilícita de armas, amenazas graves con arma de fuego, tráfico de drogas y defraudación de fluido eléctrico, decretando la autoridad judicial el ingreso en prisión para las tres personas implicadas en el tiroteo y libertad bajo fianza para los responsables de la plantación de marihuana.

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