"El programa de inmatriculación de inmuebles de la Archidiócesis comenzó de manera sistemática en abril de 2008 durante el pontificado del cardenal Amigo Vallejo y, como en otras diócesis españolas, siguiendo instrucciones de la Conferencia Episcopal Española". Así explican los servicios jurídicos del Arzobispado de Sevilla el proceso de inscripción en el Registro de la Propiedad de muchos templos de la diócesis. Aun así, a nadie escapa que monseñor Asenjo, hoy arzobispo de Sevilla, fue quien promovió la inmatriculación de la Mezquita-Catedral de Córdoba en el Registro de la Propiedad en el año 2006, lo que ha sido de gran utilidad a la hora de defender la propiedad de este templo en favor de la Iglesia católica con motivo de las reclamaciones de plataformas laicisitas que han generado no sólo un debate de eco nacional, sino el pronunciamiento del ministro de Justicia en el Congreso de los Diputados a requerimiento de Izquierda Unida.

El Arzobispado añade al respecto: "La intención que lo motiva es obtener la mayor seguridad jurídica no sólo de la Archidiócesis, sino de las demás personas jurídicas eclesiásticas en lo relativo a la propiedad de sus bienes inmuebles, y siempre al amparo de la Ley Hipotecaria". Una ley que, precisamente, está en proceso de reforma, según el anteproyecto del que ya ha tomado conocimiento el Consejo de Ministros en una de sus sesiones del pasado abril. Entre otras reformas, el Gobierno de Rajoy pretende eliminar la inmatriculación exprés de la que goza ahora mismo la Igñesia católica, por lo que esta institución quedaría equiparada al resto de entidades y personas físicas a la hora de querer inscribirpor primera vez un bien en el Registro de la Propiedad. Y en esos casos el proceso es mucho más complicado al tenerse que promover un expediente judicial de dominio y hacer frente el pago de los impuestos de transimisión.