Los centros de drogodependencias y adicciones de Sevilla admitieron a tratamiento a 4.338 personas en 2015, cifra que representa el 21% del total andaluz (20.787 personas), y que coloca a la provincia en el primer puesto en cuanto a los nuevos casos en Andalucía. El perfil medio coincide con el de un hombre de 38 años consumidor de sustancias psicoactivas, en especial la cocaína (26,27%), que inicia el primer consumo alrededor de los 21 años, en desempleo, con estudios primarios o inferiores y que convive con su familia de origen.

El volumen de admisiones a tratamiento ha registrado un descenso en los últimos años: en 2014 se contaron en Sevilla 4.385; en 2013 fueron 4.577; y en 2012 se registraron 4.606. El total de personas que reciben tratamiento en los centros públicos y concertados de Sevilla (casos nuevos y readmisiones), hasta abril, se eleva a 9.236 personas, 8.070 hombres y 1.166 mujeres, según datos facilitados por la Junta de Andalucía.

En cuanto a las sustancias, el problema con el alcohol aglutina al mayor volumen de casos al representar el 30,49% del total; seguido por la cocaína (28,69%); y la heroína/rebujao (20%). Las restantes sustancias que dan lugar a los tratamientos son el cannabis (casi 12%); y en menor porcentaje, el juego patológico (3,39%); otras drogas como el tabaco (2,25%); y las adicciones sin sustancias (0,6%), de las cuales predomina internet (44,44%).

El desarrollo del III Plan Andaluz de Drogas y Adicciones durante los próximos años prestará especial atención a los jóvenes y a las nuevas adicciones, como son las relacionadas con el uso de internet o teléfono móvil. "El problema fundamental es el alcohol. Es la sustancia más disponible entre los jóvenes y si bien esta droga no causa estragos en el momento de su abuso, con el tiempo veremos las consecuencias, por los efectos que provoca en el hígado", explica Fernando Arenas, coordinador del Área de Drogodependencias en la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales.

La media de edad de los menores que son admitidos a tratamiento continúa en los 16 años. El abuso de las nuevas tecnologías es uno de los problemas entre los más jóvenes "más preocupantes", asevera Arenas, quien incide en que "los padres deberían ejercer más control respecto a los tiempos que dedican sus hijos a utilizar el móvil y/o internet", ante el riesgo que supone. Entre otras medidas, el responsable del Área de Drogodependencias y Adicciones aconseja aplicaciones para impedir el acceso de los niños a determinados contenidos en la red. Aunque el problema del abuso de la nuevas tecnologías apenas representa el 5% entre las adicciones, se trata de un problema creciente. "Nos preocupan las adicciones al Whatsapp, internet o videojuegos. El hecho de que un niño tenga acceso sin control es una barbaridad", añade el especialista.

La población adicta y drogodependiente en riesgo de exclusión social representa a otro colectivo en el que se realizará especial hincapié en el marco del III Plan Andaluz, para tratar de facilitar su incorporación social. En esta población se encuentran personas que fueron adictas a la heroína y que reciben tratamiento con metadona; reclusos afectados por drogodependencias; y personas que sufren enfermedades mentales y adicciones. Arenas también apuntó a la perspectiva del género en estos tratamientos: "el rol de la mujer hace que sufra una doble discriminación, por ser mujer y por ser drogodependiente". Los equipos asistenciales han detectado más dificultades entre las féminas a la hora de acceder a los recursos.

La provincia cuenta con 27 centros de tratamiento ambulatorio, de los que dos son específicos en atención de alcohol (Anclaje y Despertar) y de juego patológico (Asejer), ambos de titularidad privada y en régimen de concierto. Del resto, 22 son de titularidad pública y dos concertados con Proyecto Hombre y Cruz Roja. La Junta también dispone de cinco equipos en las prisiones de Sevilla I, Sevilla II, Acalá de Guadaíra, Centro de Inserción Social (CIS) de Sevilla y el Psiquiátrico Penitenciario, entre otros dispositivos asistenciales.