Un zumbido intermitente durante horas, perceptible en el tramo de la Avenida de la Constitución con fachada de Catedral y que rebotaba en los edificios de enfrente, provocó a lo largo de la mañana de este lunes las quejas de algunos vecinos y la curiosidad de decenas de viandantes que trataban de buscar el origen del ruido. Fuentes oficiales del Arzobispado de Sevilla consultadas por este periódico explicaron que se trataba de una anomalía en el sistema antipalomas del templo metropolitano, probablemente en una zona localizada en torno a la Puerta de San Miguel y atribuible a algún fallo derivado de las subidas de la tensión eléctrica, lo que estabna generando ruidos "leves".

Empresarios que trabajan en la Avenida explicaron que los ruidos comienzan a las siete de la mañana y duran hasta media mañana desde hace varios días, por lo que temen que se trate de una acción programada para ahuyentar a las aves, un extremo que niegan las fuentes oficiales del Arzobispado, que insisten en que la avería será arreglada cuanto antes.

La fachada de la Catedral que da hacia la Avenida de la Constitución fue la primera del templo que fue blindada contra la presencia de las palomas, cuyos excrementos tienen el efecto del ácido sobre la piedra con la que está construido el edificio. Una vez que se logró el cierre al tráfico rodado de la Avenida y la piedra dejó de sufrir las agresiones de la polución generada por los autobuses, el Cabildo Catedral afrontó paulatinamente la instalación del sistema anti-aplomas en las principales portadas artísticas según se han ido resraurando. La última de ellas ha sido la de la Puerta del Perdón, que da hacia la calle Alemanes.

El sistema se basa en cables extendidos por la fachada y poco perceptibles desde la superficie que emiten leves descargas eléctricas -no agresivas para con las palomas- que ahuyentan a las aves.