Respaldo unánime. Al menos, por ahora. El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, ha logrado un primer paso muy importante en su intención de implantar la tasa turística, un viejo anhelo ya referido en sus años de delegado municipal del ramo. Todos los sectores implicados en esta actividad económica le han dado este miércoles un "sí" a este gravamen, con el que se cobrará, en un principio, la estancia de los visitantes en la ciudad. Después podrá extenderse a los excursionistas y cruceristas. Los ingresos que se obtegan se revertirán en promoción del destino y en gestión.
Este beneplácito del sector resulta crucial para la travesía que le queda por delante. Nada menos que conseguir que dos administraciones gobernadas por signos políticos distintos -Estado y Junta de Andalucía- le faciliten el marco legal necesario para cobrar el tributo.
Quienes han acudido a esta cita han mostrado luego, ante los medios de comunicación, su apoyo a la tasa turística. Así lo ha hecho hasta Manuel Cornax, presidente de los hoteleros, un colectivo que hasta ahora se mostraba reticente al gravamen, por varios motivos: uno, que supusiera una pérdida de clientes, y otro, que estos negocios acabaran convertidos en centros de recaudación del tributo.
La mayor incidencia
Cornax ha admitido que "la posición del alcalde coincide con lo que teníamos previsto y sólo queda ver si eso se invierte correctamente en promoción y en mejora de la oferta turística de Sevilla". Eso sí, ha advertido que la tasa tendrá mayores consecuencias económicas en quienes se alojen "en los establecimientos más baratos". "El viaje se encarecerá más para ellos que para los que lo hagan en otros de mayor catalogación", ha expresado el presidente de la patronal hotelera.
Antonio Luque, presidente de la asociación de hosteleros de Sevilla, no ha mostrado ninguna duda en apoyar esta iniciativa y más aún "tras la intervención del alcalde". "Sevilla tiene todas las armas para competir con las grandes ciudades en materia turística", ha aseverado Luque, quien ha incidido en que los esfuerzos deben centrarse "en dejar de ser una ciudad barata". En este punto, ha hecho hincapié en un aspecto: "Nadie va a dejar de venir a Sevilla porque se le cobre un euro por noche".
Como han solicitado otros agentes turísticos, los hosteleros han exigido "transparencia" en la recaudación y en el destino de los ingresos que genere la tasa. Para ello, el sector ha propuesto la constitución de una mesa técnica que supervise tal procedimiento. Un aspecto que también han demandado los sindicatos.
"Un turimo de más calidad"
Juan Bautista Jiménez, secretario general de UGT Sevilla ha aseverado que "si se quiere tener un turismo a la altura de las circunstancias, los recursos no pueden seguir saliendo de las arcas municipales". Por su parte, Claudia Caus, secretaria general del Sindicato Provincial de Servicios de CCOO, estima que la tasa se podrá implantar en dos o tres años y que ello contribuirá a disfrutar de "un turismo de mayor calidad", que haga posible compatibilizar los usos de la ciudad por parte de sevillanos y visitantes.
Por su parte, José Manuel Lastra, presidente de la Asociación Empresarial de Agencias de Viaje de Sevilla (Aevise), respalda también la tasa turística, aunque incide en la necesidad de la transparencia en su gestión y en el destino de los beneficios. "Deben ser empleados para una promoción de calidad. No se pueden usar para el arreglo de barrios, ya que para tal cometido el Ayuntamiento debe contar con un presupuesto propio", ha referido Lastra en declaciones a este periódico.
