Sevilla

Los técnicos detectan deficiencias en el nuevo centro de salud de Palmete

  • Las carencias se localizan en los aseos de minusválidos y en protección de incendios.

El nuevo edificio que albergará el futuro centro de salud en Palmete, cuya obra terminó el pasado verano, presenta varias deficiencias en la zona de aseos para minusválidos y en materia de protección contra incendios, de modo que la licencia de ocupación que tiene que conceder el Ayuntamiento al Servicio Andaluz de Salud (SAS) para la apertura definitiva de estas instalaciones permanece a la espera de que la Junta de Andalucía subsane estos problemas. A fecha de 20 de enero, la Gerencia de Urbanismo recibió el reformado final de obras, sin visado colegial ni supervisado, un requisito para la concesión de la licencia municipal que aún ayer no constaba en el Ayuntamiento, explican fuentes municipales.

Los técnicos municipales visitaron el pasado jueves, 2 de febrero, el nuevo centro de salud para comprobar el estado de la edificación y solicitaron "la subsanación de una serie de deficiencias de obra y documentación justificativa del cumplimiento de las condiciones impuestas en la licencia de obras concedidas en su día".

Según explica el Ayuntamiento, las solicitudes de licencia de primera ocupación y de reformado final de obras se han tramitado con "toda la celeridad posible, si bien los expedientes no se han resuelto por causa imputable al solicitante de la licencia -el SAS-, al no ser completa y presentar deficiencias la documentación aportada y detectarse variaciones en obra no reflejadas en la documentación técnica final". Es la respuesta del Ayuntamiento un día después de que el Grupo Socialista en el Consistorio apuntara directamente al alcalde, Juan Ignacio Zoido, por los retrasos acumulados para la apertura definitiva.

Estas instalaciones del SAS comenzaron a construirse en 2007 y en principio la Consejería de Salud y el Ayuntamiento, entonces gobernado por Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), se comprometieron a abrir este edificio en 2008. Tras múltiples retrasos en la ejecución de las obras, éstas terminaron el verano pasado. El edificio permanece cerrado desde entonces y los vecinos de la zona tienen que acudir a unas instalaciones prefabricadas anticuadas que han sufrido varias inundaciones en años anteriores durante épocas de fuertes lluvias.

Estos vecinos aún no pueden beneficiarse de unas importantes inversiones destinadas a este centro de salud que ascienden a 3,2 millones, un presupuesto contemplado por las Administraciones desde 2005 cuando el entonces alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, y la consejera de Salud, María Jesús Montero, rubricaron un ambicioso convenio para renovar las instalaciones de Atención Primaria en la ciudad que ya entonces estaban obsoletas. Pese a que la Junta ya lo inauguró, la apertura definitiva es aún hoy una incógnita.

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