Sevilla

La tuneladora regresará a Canadá

  • Las constructoras del Metro de Sevilla negocian revender la máquina al fabricante Lovat, que la recuperaría para devolverla al mercado de segunda mano · El 'topo' no servirá para hacer las otras tres líneas del Metro

La tuneladora del Metro de Sevilla no se reutilizará finalmente en las tres líneas que quedan por construir en la capital desde Pino Montano a Los Bermejales (3), de la Cartuja a Sevilla Este y Torreblanca (2) y de Los Remedios a Reina Mercedes (4). Las constructoras Dragados, Sacyr y Gea 21, que ejecutan la primera línea del metropolitano desde septiembre, han optado por revenderla al fabricante canadiense Lovat, que la diseñó en 2004, aunque las negociaciones sobre este traspaso aún no se han cerrado, con lo que ni siquiera se sabe el dinero que Lovat está dispuesta a poner sobre la mesa. Con este propósito, la máquina ha sido sometida ya a una operación de limpieza integral y posterior embalaje para su envío al destino canadiense.

Según fuentes consultadas por este periódico, el fabricante norteamericano tendría que rehabilitar los elementos de desgaste de la tuneladora con idea de venderla en su totalidad como material de segunda mano, pero en buenas condiciones, para construir túneles que no requieran obras "muy exigentes". Las piezas que necesitan de un arreglo son la rueda frontal de corte con la que se abre paso bajo el terreno, así como las picas y cuchillas que componen el frontal del topo mecánico.

Las constructoras estiman que tienen más que amortizada la inversión de 9 millones de euros que supuso en su día la compra de la tuneladora, cuyo único cometido fue ejecutar los casi 5 kilómetros de doble túnel (de 2,2 kilómetros de longitud cada uno) en la capital entre República Argentina y la Enramadilla, una tarea que le llevó dos años y medio (29 meses y medio), demasiado tiempo para una línea que debía hacerse en tres años.

Las hipótesis sobre el destino que las constructoras iban a darle a la tuneladora han sido variadas desde el principio de la obra, pero es cierto que en los últimos años ganaba peso la que apuntaba a que el fabricante se quedaría con ella, frente a las teorías de que se reutilizara en las restantes líneas del Metro de Sevilla o de otra capital andaluza. La pregunta que surge ahora que se ha desechado la tuneladora es: ¿Cómo se harán las líneas del Metro que quedan teniendo en cuenta la promesa del Ayuntamiento de Sevilla de que todas serán subterráneas y, sobre todo, cómo se hará el tramo de la línea 2 que cruza el centro? O se compra otra máquina o se construyen túneles superficiales con la técnica manual de muros pantalla, como se han hecho en Ciudad Expo y Montequinto.

La técnica de los muros pantalla gana peso porque así consta en el Proyecto Básico de la Red de Metro aprobado por la Junta en 2002, en el que debe basarse la redacción de los proyectos constructivos de las líneas 2, 3 y 4. En tal documento sólo consta hacer con tuneladora el tramo de la línea 2 que cruza el centro.

La máquina ha dado muchos problemas, desde que aterrizó en Sevilla procedente de Canadá. En los 21 meses y medio que tardó en ejecutar el primer túnel gemelo se produjeron fallos en la fabricación de la rueda de corte, con la que se abre paso bajo el terreno, y de algunas piezas del mecanismo interno, lo que obligó a las constructoras a pedir a Lovat una nueva rueda de corte que se adaptara mejor al terreno de Sevilla. La pieza fue un éxito y permitió que el segundo túnel se construyera en un tiempo récord de ocho meses, casi tres veces menos que el que invirtió en el primero. Lo que no se sabe aún es si las constructoras pagaron un dinero extra por esta pieza.

La tuneladora de la primera línea (TMB, de escudo de presión de tierras) terminó su cometido el pasado mes de abril. Se diseñó con diámetro pequeño, de seis metros de ancho, por seguridad, ya que las constructoras estimaban más seguro para los edificios optar por un doble túnel antes que por uno simple, a diferencia de las que se han empleado en el Metro de Madrid. Su peso era de 700 toneladas y su longitud de 105 metros (una cabeza de 10 metros y un tren auxiliar -back-up- de 95). Funcionaba con un voltaje de trabajo de 600 voltios y una potencia total de 2.107 kilovatios, la mitad de ella concentrada en la cabeza.

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