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Vacaciones

Cuando en el verano no había agenda

  • Los portavoces de los cinco partidos con representación en el Ayuntamiento recuerdan sus vacaciones infantiles.

Ellos también fueron niños. Juan Ignacio Zoido cazaba salamanquesas; Antonio Muñoz se bañaba en Los Boliches; Javier Millán pasaba el día en bañador en Conil; Susana Serrano se disfrazaba con pareos y toallas; y Daniel González llenaba los botes de Cola Cao de arena. Cuando no todo era la política, había tiempo para jugar en la playa, desde Málaga hasta Huelva.

Los portavoces de los cinco partidos políticos con representación en el Ayuntamiento de Sevilla tienen más puntos en común que diferencias manifiestan en sus discursos políticos. Los veranos en familia y las escapadas a Cabo de Gata son sus puntos débiles. No obstante, algunos, como Susana Serrano (Participa Sevilla), prefieren aprovechar las vacaciones para participar en iniciativas culturales internacionales; y otros, como Juan Ignacio Zoido (PP), la agradable compañía de los amigos en el pueblo de sus abuelos, Fregenal de la Sierra. Las cinco caras más visibles de cada partido han accedido a confesar sus recuerdos infantiles en un intento por bajar la tensión política de estos últimos meses.

Antonio Muñoz (PSOE): Un verano tras el autógrafo de Raphael

Para Antonio Muñoz las vacaciones empezaban cuando sus primos y tíos invadían su casa de Fuengirola y todos juntos iban a la playa de Los Boliches. El socialista nació en La Rinconada, pero con tres años emigró a Tosa de Mar (Cataluña) y, un año más tarde, a su padre lo trasladaron a Málaga. De la Costa Brava a la Costa del Sol: "Me he criado en la playa", afirma. Cuando le preguntan por aquellos años, Muñoz recuerda el verano que pasó detrás de sus primas de Barcelona, "auténticas groupies" de Raphael, llamando al timbre del chalé del cantante, El Tamborilero, intentando que saliese para que les firmara un autógrafo; o el día que pasó en Málaga con su madre y su hermana mayor, Isabel, cerca del Palo, y el agua se volvió amarilla como consecuencia "de las emisiones de residuos y gases de una cementera cercana". Sus emotivos recuerdos hacen que en los debates que mantiene con sus amigos sobre las playas de Cádiz y Málaga, se decante por la Costa del Sol. Pero, si tiene que elegir un rincón especial para desconectar, la respuesta es bien distinta: Cabo de Gata, donde aún se mantiene el "estilo de vida que describió en 1959 Juan Goytisolo en Campos de Níjar". Este año será diferente, ya que cumplirá un sueño pendiente: recorrer en 4x4 Islandia, un viaje de 12 días que completará dando un salto también a Groenlandia.

Juan Ignacio Zoido (PP): Turrones en julio y playa en agosto

Las vacaciones de verano de Juan Ignacio Zoido siempre han estado divididas. En julio, Fregenal de la Sierra (Badajoz) y en agosto, las playas de Huelva, en especial Punta Umbría. El ex alcalde guarda muy buenos recuerdos de su infancia en el pueblo extremeño. "Era curioso ver cómo éramos capaces de jugar al fútbol en una calle con una pendiente bastante considerable, aunque siempre se metían más goles en la portería que estaba abajo". Aquí, participó en sus primeras carreras de bicicletas, cazaba salamanquesas y realizaba alguna que otra trastada "propia de la edad, sin maldad", admite. Pero no todo era jugar, junto con sus hermanos y sus primos de Toledo y Madrid, también echaba una mano en la fábrica familiar de turrones. Aún hoy viaja a Fregenal de la Sierra, donde viven dos de sus hermanos, y se reúne con su vieja pandilla de amigos. Menos agradable es uno de los recuerdos que tiene de Punta Umbría, cuando, a los 15 años, le cogieron hasta 36 puntos en la cara tras rompérsele las gafas de buceo que llevaba puestas por un golpe fortuito que le dio un amigo. Hoy en día, tal como reconoce, busca más la tranquilidad y "el anonimato". Vacaciones siempre en familia que este verano pasará en algún rincón de Cádiz con una nueva incorporación, su nieta Arancha.

Susana Serrano (Participa Sevilla): Disfraces con pareos en Mazagón

Disfrazados con pareos y toallas, la portavoz de Participa Sevilla protagonizaba junto con sus primos y sus cuatro hermanos, en la casa de su tía en Mazagón, pequeñas obras de teatros y shows televisivos que grababan con la cámara de vídeo de su padre. "Recuerdo los veranos muy divertidos, siempre en bañador, en la piscina de nuestra casa en el Aljarafe y en la playa de Mazagón", confiesa. "La casa siempre estaba llena de niños, de primos y amigos". Y ella, tal como reconoce, era la que más se extraviaba. "Cuando me perdía me quedaba quieta en el sitio y pensaba, bueno, ya me encontrarán". Pero no todo era playa. La carretera para la familia Serrano no tenía límites. En una furgoneta, sus padres y hermanos, siete en total, se recorrieron las costas españolas, Portugal y Francia durante varios veranos. Por esta razón cree que le gusta tanto ahora viajar en su propio coche. Vacaciones en familia donde tampoco faltaban los deberes. Reconoce que era buena estudiante pero siempre se le dieron mejor las letras y más de un verano pasó estudiando Matemáticas con su padre como profesor particular, según confiesa. Ya de adulta, Serrano admite que sus vacaciones siempre han estado relacionadas con proyectos personales y culturales en Perú, Brasil, Colombia, Egipto o Alemania. "Para descansar un fin de semana me sirve cualquier playa de Cádiz o Portugal. Pero para mí lo ideal es viajar y conocer otras culturas y si puedo participar en algún proyecto y hacer amigos, mejor". Este año, aunque señala que tiene "mucho trabajo", le gustaría visitar a un amigo suyo pintor que vive en Grecia: "Me parece un momento muy interesante para ir".

Daniel González Rojas (IU): Chipiona como receta para curar los males

Cuando acababa el verano, el pequeño Daniel siempre lloraba. No le importaba volver al colegio; lo que no quería era separarse del mar. En los recuerdos de la infancia del portavoz de Izquierda Unida siempre está presente Chipiona, en especial la playa de La Cruz del Mar. Cuando pisó su blanca arena por primera vez, apenas tenía cinco meses de vida. "Soy una persona que necesita el mar", confiesa. González relata cómo la recomendación de un médico hizo que sus abuelos se compraran una antigua bodega en Chipiona que reformaron y convirtieron en una casa: "De pequeño, mi tío sufría muchos resfriados, y el médico les aconsejó que veranearan en Chipiona porque el agua tenía mucho yodo, sus algas eran beneficiosas". Concretamente, "les dijo que tenían que bañar al niño en la playa de La Cruz del Mar". González asegura que, según le cuentan, la peculiar receta funcionó y su tío se curó, al igual que el hijo de éste años más tarde. Tal es el vínculo de la familia González Rojas con el municipio gaditano, que los padres del concejal incluso se conocieron y se casaron allí, pese a vivir los dos en Sevilla. En sus recuerdos de aquellos veranos no faltan los tebeos de Mortadelo y Filemón, los viajes "de tres horas en autobús, en Los Amarillos, pueblo por pueblo hasta llegar a Chipiona", los amigos de la playa y una casa llena de primos durmiendo en literas. El concejal reconoce que desde que fue elegido candidato de IU el 14 de febrero no ha tenido tiempo de volver, pero en agosto pretende escaparse a Chipiona unos días y visitar a sus abuelos Isabel y Antonio. Pero a este municipio gaditano le ha salido un competidor, el Cabo de Gata, "con playas más tranquilas" y donde sueña pasar su jubilación pintando óleos.

Javier Millán (C's): De la libertad de Conil a la sobriedad británica

Los recuerdos infantiles han hecho que Javier Millán tenga "idealizadas" las playas de Conil. "Eran playas muchos más salvajes que ahora donde ni siquiera había chiringuitos", matiza. Sus tíos tenían un apartamento en la zona, al que acudía toda su familia. "La habitación estaba llena de colchones, era fantástico, no había suelo", relata. Días enteros de playa cargados con neveras, sombrillas, tortillas e, incluso, una tienda de campaña. "Tenía una gran sensación de libertad, siempre en chanclas y bañador", puntualiza el portavoz municipal de Ciudadanos. Pero, "como en verano hay tiempo para todo", sus padres tenían por costumbre organizar un viaje familiar para conocer España, un esquema de ocio, turismo y cultura que, según confiesa, intenta repetir con sus tres hijos y su esposa. Ya de adolescentes, a partir de los 14 años, sus padres le enviaron varios veranos a Inglaterra con familias inglesas para aprender el idioma. "Creo que ahí fue donde maduré", reconoce. "Yo era un niño muy tímido y allí me tenía que buscar la vida; además, conocí a muchos jóvenes de otros países y otras culturas. Siempre le agradeceré a mi madre que tuviera esa idea". Ya de adulto y con sus tres hijos, Millán ha viajado en varias ocasiones a Cantabria. Son muchas las anécdotas que tiene con sus hijos, como la vez que de camino a las cascada del Bolao, en Cóbreces, un grupo de vacas rodearon el coche y sus hijos empezaron a gritar. Pero la que mejor recuerda fue la vez que viajaron a Inglaterra y la policía del aeropuerto le retuvo durante más de media hora mientras analizaban un sospechoso polvo marrón que llevaba en su maleta: era el Nesquik de su hijo, que es celíaco.

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