NACIÓ el verano del año de la Constitución y ha vivido a caballo el cambio de moneda, de milenio y de alcaldes. Iván Jiménez Orozco (Sevilla, 1978) preside la Asociación de Cocheros de Caballos. Un colectivo de 98 en el que ocupa el número 72.

-¿Dónde se crió?

-En la calle Niebla esquina con Rockero Silvio. Lo veía mucho por el barrio y lo traté. Murió dos años después de que yo empezara con el coche.

-¿Le gusta el oficio?

-Parece que está hecho para mí.

-¿Último personaje que llevó?

-A Julio Muñoz, el de El asesino de la regañá y El crimen del palodú. Hice una gymkhana con sus libros y me pidió un servicio para la despedida de soltero de un amigo. Me regaló sus libros.

-¿Cómo entra en el gremio?

-Por mi cuñado, el marido de mi hermana Virginia. Cuando terminé la mili en 1996, de marinero en San Fernando, no sabían qué hacer conmigo.

-¿Le viene de familia?

-Por parte de mi padre, todos son policías; por mi madre, todos electricistas.

-¿La lluvia le restó clientela?

-Mucha gente se echó para atrás. Yo he estado cuatro días con la misma familia. Los cogía en su casa de Kansas City, cerca de Santa Justa, y los traía a su caseta en la calle Curro Romero.

-¿Qué aficiones tiene?

-Me gusta el fútbol, la música, leer. Estoy leyendo Hambre, de Alberto Vázquez Figueroa. Tengo más de cien libros suyos. Me firmó Cienfuegos. Cuando pase la Feria quiero leer una novela que escribió sobre los refugiados sirios. Ahora no tengo tiempo.

-¿De la puerta del cielo a la Calle del Infierno?

-No hay más remedio. Para llevar a mis niños.

-¿Ejerció otros oficios?

-Cuando acabé la mili me fui a Londres tres meses. Allí estaba tocando la guitarra. Luego estuve en Ibiza trabajando de camarero en la discoteca Amnesia.

-¿El recorrido ideal?

-No pueden faltar el Parque de María Luisa, la Plaza de España y el puente de Triana.

-Conocí un cochero que llevó a Borges y a Lola Flores. ¿Usted?

-He llevado a Gabi Moya, el que fue futbolista del Sevilla, o al actor Eduardo Noriega.

-¿Feria o Semana Santa?

-La Semana Santa da mucho menos trabajo, además nos quitan de la Catedral.

-¿Feriante o nazareno?

-Feriante por trabajo. Mi hija ha salido este año por primera vez de nazarena en la O.

-¿Qué piensan los cocheros de caballos?

-Somos 98 y hay de todo. Desde Podemos a la Falange.

-¿Hay gente que no se monta por temor a que lo tomen por marqués o señorito?

-Marqueses se ven ya muy poquitos. La gente joven está volviendo al coche de caballos. Es propio de Sevilla. En Málaga hay sesenta coches y los van a quitar. Los van a poner eléctricos.

-¿Se sienten carne de postal?

-Cuando viene alguien de fuera, el sevillano se transforma. Parece que lo sabe todo.

-¿De qué habla la gente?

-Esto es como un taxi. Hablan del colegio de los niños, de que se le olvidó poner la lavadora.

-¿Cuántos caballos?

-Seis para dos coches: Manolo, un caballo cruzado que es de Palmete, Bulería, Juanita, Picasso, Pepi y Sultán, un caballo árabe.

-¿Barruntan el tiempo?

-Las tormentas las notan enseguida. Se ponen nerviosos.

-¿Le gustan las películas de vaqueros y caballos?

-Nada. Las quito, porque siempre muere el cochero el primero.

-¿Ha ido al hipódromo?

-No he ido nunca.

-¿Qué ve desde el pescante?

-Desde aquí se ve todo. Nosotros somos invisibles. La gente sólo se fija en el caballo, sobre todo los niños, o en los que van detrás.

-¿A qué le teme?

-Al que coge el caballo dos o tres veces al año para lucirse y más de una vez provocan accidentes.

-Ocho apellidos vascos termina con un coche de caballos junto al río con Los del Río...

-Se ha notado muchísimo la película. He tenido muchos clientes vascos que me pedían ir por el Muelle de la Sal. Por ahí no se puede, hay que pedir un permiso en la calle Pajaritos para la grabación de una película o alguna cosa similar. No es fácil. Y menos ahora que está de restauración.

-¿Y los apellidos catalanes?

-Esos menos. Los sevillanos le debemos mucho al vasco y al catalán que fundaron la Feria. Ybarra y Bonaplata son mucho mejores que Otegi y Artur Mas.