Sevilla FC

Las alegrías de Monchi

  • El director general deportivo reconoce que “debería disfrutar más de las victorias” y que se queda con la final de Colonia ante el Inter entre sus 500 conquistas

  • Las declaraciones de Monchi

Monchi baja al campo celebrando el triunfo final del Sevilla sobre el Atlético.

Monchi baja al campo celebrando el triunfo final del Sevilla sobre el Atlético. / Antonio Pizarro

Monchi llegó el pasado domingo a las 500 victorias como máximo responsable del área deportiva del Sevilla y el ex guardameta aprovechó la ocasión para hacer un repaso sobre toda su trayectoria en el cargo desde aquel verano de 2000 en que Roberto Alés le encargó una tarea que no sólo hizo a la perfección, sino que puede decirse que lo ha bordado. Con diez títulos y 20 finales disputadas, el ejecutivo sevillista sin duda se ha convertido en el artífice del crecimiento colosal que ha experimentado la entidad.

“La primera temporada fue muy bonita porque despertaba muchas dudas. Pasé de portero a delegado y a director deportivo. Me quedo con muchos momentos de ella, y algunos duros. Las dudas me caían encima volviendo de Jaén tras perder allí. Pensaba que dónde me había metido, estábamos séptimos en Segunda. Al poco tiempo todo empezó a mejorar y al final fue una temporada magnífica. Roberto apostó por mí por encima de todo y me puso delante del todo. Se lo agradeceré de por vida. Fue un osado, al igual que yo cuando acepté. Su riesgo y mi osadía hicieron que hoy estemos aquí”, comentó Monchi en los medios oficiales.

“Es difícil elegir una sola victoria. A todo el sevillismo nos marcó el triunfo ante el Schalke 04, ésa supuso un antes y un después, no puedo eludirla. Pero yo me quedo con una de las más recientes, la final de Colonia contra el Inter. Supuso mucho. Habíamos sufrido mucho y tiene muchos condicionantes. Tuvimos que hacer cosas que hasta entonces no habíamos hecho. Fue la más profunda e intensa, aunque no la más celebrada”, puntualiza el director general deportivo.

Monchi explicó que celebró con pasión la victoria ante el Atlético el pasado domingo por lo mucho que significa, aunque confiesa que no disfruta lo que debiera de los triunfos y de los éxitos porque rápidamemte está pensando el partido siguiente. “El otro día celebré desde mi sitio el gol de Acuña corriendo como lo hacen Marcelino o Fernando Vázquez cuando marcan sus equipos. Sigo celebrando los goles como si me fuera la vida en ello. Disfruto poco luego de las victorias, siempre hay un reto posterior. Las noches de los títulos son diferentes, aunque me entretengo poco. Soy explosivo en las celebraciones pero me enfrío rápido. A veces te arrepientes de no haber disfrutado más, te come el día a día y es una pena. Quizás debería haberlo hecho, aunque no nos ha ido mal del todo siendo así”, apunta.

El isleño reconoce que no llevaba la cuenta, pero el mago de las estadísticas en el Sevilla, José Mérida, se las recuerda. “Son unos números bonitos, evidentemente. Mi margen de influencia es verdad que es mínimo, porque no he jugado ningún partido, pero sí te quedas con lo vivido en ellos y con quién los has vivido, y sobre todo que has hecho feliz a mucha gente. Son 500 alegrías, como mínimo, porque seguro que también hay algún empate o derrota con ese sabor en alguna eliminatoria. Las horas de trabajo que uno le dedica a esto es para hacer feliz a la gente del Sevilla”.

Por último, el isleño ya piensa en la siguiente, en la 501, que espera que sea en Vigo este lunes. “Ganar en Balaídos sería muy importante. El equipo ha cogido un poco de aire y ha demostrado que tiene muchos argumentos y sería dar un paso más para ir confirmando cosas, aunque queda mucho por pelear y sufrir todavía. Ellos andan en un buen momento y nos van a poner las cosas muy difíciles”, finalizó el director general deportivo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios