La marcha de Vitolo al Atlético de Madrid, con Las Palmas en el papel de equipo puente, desencadenó una bomba atómica de enormes proporciones en Nervión. La posterior reacción en cadena, con la agencia de representación Bahía de por medio, había provocado el enfriamiento de una operación que anticipaba el regreso de Jesús Navas a los vestuarios del Sánchez-Pizjuán procedente del Manchester City, un enfriamiento que va recuperando una temperatura más adecuada a la estación del año. Con la cita de la Liga de Campeones a menos de un mes, el Sevilla no puede sino ir acelerando la confección de la plantilla y la presencia de Navas se antoja del gusto de todos en ese dibujo. Además de las virtudes futbolísticas que atesora, la plantilla ganaría un hombre en el cupo de canteranos de la competición continental.