Sevilla FC

La Liga, más aliviada aun sin confianza, debe darles paso a los 'outsiders'

Sandro y Carriço.

Sandro y Carriço. / juan carlos vázquez

El triunfo en Old Trafford y el histórico pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones han terminado de convencer de la capacidad de Vincenzo Montella para haber dado cohesión a un once titular que se ha destapado en los dos torneos por eliminatorias. En la Liga, en cambio, tiene la asignatura pendiente tras la derrota clave ante el Valencia, que descarta virtualmente al Sevilla para el cuarto puesto. Ahora el italiano debe centrar la pelea en amarrar el quinto puesto, y para ello, ya con menos presión, ir metiendo en la película a más jugadores, a esos outsiders que están fuera de la película prácticamente.

Entre éstos están dos de los tres refuerzos de enero. Roque Mesa y Sandro fueron junto con Carriço los tres descartes que realizó Montella de la lista de 23 jugadores que viajaron a Manchester, entre los que estaban también el meta Juan Soriano y Layún, quien no podía jugar al no estar inscrito por haber jugado con el Oporto dos partidos de la fase de grupos de la Liga de Campeones.

Contrasta bastante la situación del mexicano, que viaja hasta sin poder jugar por su implicación en el vestuario, con la de los dos canarios llegados en enero. Los tres refuerzos invernales jugaron de forma forzada en Ipurua estando recién aterrizados. El resultado fue desastroso y pocas oportunidades les ha dado más Montella.

Sin embargo, tras el esfuerzo continuado ante Valencia y Manchester United, el partido de Leganés se presenta antes del parón como una oportunidad para ir metiendo a esos otros futbolistas que no están formando parte del once de gala del italiano, no ya los refuerzos de enero. Nolito, Pizarro, Geis, Kjaer... Es la obligación del técnico hacerlos rendir.

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