La Masterclass de Monchi

"El responsable del fracaso de Marcelino en el Sevilla fui yo"

  • El director deportivo del Sevilla pone como ejemplo aquella planificación para explicar la importancia de consensuar con el entrenador el perfil entre la lista de candidatos a fichar

Monchi y Marcelino, sonrientes, en el verano de 2011.

Monchi y Marcelino, sonrientes, en el verano de 2011. / Antonio Pizarro

Monchi ofreció la sexta lección de su masterclass, un capítulo especial. "Vamos a abordar un capítulo que a mí me encanta, que es fundamental en la planificación del fútbol, un momento clave en la estrategia: el entrenador". Y en el mismo puso un ejemplo de la importancia de consensuar, entre la lista de futbolistas candidatos a un puesto, el perfil que más encaje con el estilo del técnico: el fracaso de Marcelino en el Sevilla, del que se autoinculpó. 

El director deportivo explicó esta fase de la planificación que calificó como clave en la estrategia. "Ahora ya lo involucramos en la planificación. Nos sentamos con el entrenador para decirle, '¿míster, qué necesitamos, qué perfil quieres para las posiciones que crees interesantes?'"

El director deportivo recordó que a estas alturas ya está realizada la confección de una lista amplia, con distintos perfiles de futbolistas. "Aquí empieza el momento clave, la teoría de la lámpara y la mesa, en acertar lo que el entrenador quiere. Eso lo copié de unas declaraciones del grande de Rafa Benítez, un magnífico entrenador. Entrenando al Valencia le preguntaron qué le parecía el fichaje de Canobbio. "Es un magnífico entrenador, pero yo he pedido un armario y me han traído una cama", dijo el técnico madrileño. "Eso lo hemos hecho muchas veces, ahí está el gran error de la planificación y del fracaso de algunos jugadores", continuó Monchi, que vivió esto en carne propia con Marcelino.

"Tengo una espina clavada muy grande, una espina profundamente clavada con un entrenador magnífico y un gran amigo como es Marcelino. De que no funcionase Marcelino en el Sevilla el gran responsable fue Monchi, porque no supo hacerle una plantilla en orden a las necesidades y a los perfiles que él necesitaba. Me confundí, me confundí, no fui capaz de darle la plantilla que él necesitaba. Marcelino no triunfó en el Sevilla por un error mío", argumentó.

A raíz de ahí, explicó cómo cambió entonces su modus operandi respecto al consenso con el técnico. "Cuando te sientas con el entrenador tienes que decirle, qué posiciones quieres. Lateral derecho, lateral izquierdo, medio centro defensivo y delantero. Y él, que sabe qué lateral derecho quiere, debe definirlo. Y yo tengo que ver en la lista que tenemos qué jugador cumple ese perfil. Y vemos que de diez que tenemos ocho. Y volvemos a sentarnos con él: del perfil que usted quiere, míster, tenemos estos jugadores. Y aquí doy otro consejo. Te sientas delante del entrenador, le enseñas la lista de los ocho laterales derechos que cumplen con su perfil. Y si te dice que le gusta uno, ponlo el primero en la lista. Los que están en la lista han pasado todos los filtros, por lo cual a ti te da igual jerárquicamente, pero si el entrenador lo quiere, ya tienes un aliado, porque el entrenador lo conoce lo va a defender como tú".

El gestor de San Fernando abundó en la importancia de este punto. "Si el entrenador conoce a alguno de tu lista, decídete por él, que el entrenador vea que has intentado ir a por el primero de la lista, aunque luego viene una negociación y podrá ser o no".

Dio otra opción de consenso con el técnico en caso de que éste no tenga una preferencia clara de la lista de candidatos que se le ofrece: "Si te dice ‘conozco a un par de ellos, pero no tengo un conocimiento profundo’, decides tú. Y en ese caso yo intento hacer un compacto de esos siete u ocho jugadores, para que el entrenador vaya familiarizándose con esos jugadores. Y a partir de ahí tratamos de ir juntos de la mano, porque en este momento ya es partícipe de la planificación. Y se puede utilizar para que hable con el jugador, para que hable con otros entrenadores… Ya el entrenador es cómplice de la planificación, cómplice de convencer al jugador".

Monchi recordó los casos de Banega y Pareja, a los que Unai Emery conocía porque los había dirigido en el Valencia y en el Spartak de Moscú, respectivamente. "Ahí empieza ya la segunda fase de la planificación, la de la negociación, pero primero está el paso de que el entrenador sea cómplice de la planificación".

"Saber qué quiere el entrenador, saber el perfil que desea y tener opciones. Y esto es importantísimo", explicó el director deportivo, que ya dio pistas de por dónde ira el siguiente capítulo, la negociación con un club para fichar a un futbolista: "No vayas nunca a la siguiente fase, a la negociación, sin este argumento, sin tener opciones. Nunca podemos ir a la negociación con un jugador o dos, porque como el rival se dé cuenta de que la única casa que quieres comprar es ésa, si el rival se da cuenta de que tu único lateral derecho es ese, estás muerto en la negociación".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios