Sevilla F.C.

De Mónaco a Madrid: ansias de revancha

  • El triunfo inesperado de 2006, el mejor recuerdo del Sevilla en las cinco finales jugadas con el Barça

Entrenamiento de la plantilla en la concentración en Marbella.

Entrenamiento de la plantilla en la concentración en Marbella. / sfc

El Sevilla se ha acostumbrado a jugar finales con el Barcelona. Ésa es la grandeza que ha alcanzado en las primeras décadas del siglo XXI. La de 2018, este sábado de Feria, será la sexta que jueguen blancos y azulgranas, que se han visto las caras en las finales de la Copa del Rey, la Supercopa de España y la Supercopa de Europa. Ésta última, la primera y más lejana en el tiempo, es el único éxito que atesora el Sevilla. Fue el 25 de agosto de 2006, en Mónaco, donde el equipo de Juande Ramos, contra todo pronóstico, tumbó al coloso catalán, un equipo que lideraba Ronaldinho en plenitud, en el que aún jugaba Eto'o y en el que Messi ya daba sus primeros apuntes, junto a Xavi e Iniesta.

El único precedente en la Copa del Rey es el penúltimo de los antecedentes de estos duelos convertidos ya en un clásico. Y también el más doloroso. La final de la Copa que perdió el equipo de Unai Emery cuatro días después de ganar al Liverpool la Liga Europa fue la que más dolió al sevillismo por cómo se produjo, aunque el título europeo actuó como analgésico previo, como una anestesia inoculada en medio de un ambiente espectacular.

Igual de dolorosa, por cómo se produjo, fue la de la Supercopa de Europa de 2015, un partido tremendo y memorable por épica, con un desarrollo tan vibrante que fue elegido por los lectores de la web de la UEFA como el mejor encuentro de todo aquel año. Pedro, en la prórroga, tumbó las ilusiones del sevillismo después de que los hombres de Emery lograsen igualar y forzar el tiempo añadido tras un 4-1.

Y luego están las dos derrotas en las Supercopas de España, la de 2010, que el Sevilla jugó como campeón de la Copa ante el Atlético (0-2) y perdió tras ganar la ida y ser goleado en la vuelta. Y la Supercopa de 2016, que jugó el equipo de Jorge Sampaoli como subcampeón, de la mano de Emery poco antes de su fuga a París, de la Copa, que había ganado el Barça, también campeón de la Liga 15-16. En esta ocasión el equipo nervionense no ganó siguiera la ida: perdió los dos.

El orden cronológico obliga a empezar esta memoria reciente de este clásico duelo en 2006, en concreto en la gloriosa noche del 25 de agosto. El Sevilla formó con Palop; Daniel, Javi Navarro, Escudé, David; Jesús Navas, Poulsen, Renato, Adriano; Luis Fabiano y Kanoute... Uno de los mejores equipos de la historia del club. Enfrente estaba el Barça que ganó la Copa de Europa al Arsenal de Reyes, y formó con Valdés; Belletti, Márquez, Puyol, Sylvinho; Motta, Xavi, Deco; Messi, Ronaldinho y Eto'o. Un equipazo, dirigido por Frank Rijkaard, que cayó ante el de Juande Ramos por 0-3. Renato abrió el marcador, a los siete minutos; Kanoute hizo el 0-2 al filo del descanso de cabeza, tras meter en el área de nuevo con un cabezazo Jesús Navas el rechace de un córner y, ya en la segunda mitad, Maresca hizo el 0-3 tras un penalti sobre Puerta, que dinamitó al Barcelona con sus tremendas carreras. Javi Navarro alzó la Supercopa de Europa.

Messi, más hecho ya como futbolista, fue el verdugo del Sevilla en la siguiente final, disputada en agosto de 2010. Fue la Supercopa de España. En la ida, el equipo aún entrenado por Antonio Álvarez remontó el 0-1 de Ibrahimovic con un gol de Luis Fabiano y dos de Kanoute. En la vuelta, Konko se hizo un autogol antes de un triplete de Messi (4-0).

La siguiente parada de este repaso histórico fue en agosto de 2015. Tras ganar su segunda UEFA Europa League, el equipo de Emery tuvo una memorable reacción que no pudo culminar. Marcaron, por este orden, Banega, Messi (7' y 15'), Rafinha, Luis Suárez, Reyes, Gameiro, de penalti, Konoplyanka y Pedro. Tres faltas de Messi fueron decisivas: dos goles y la del rechace del 5-4.

El 22 de mayo de 2016 se jugó en el Calderón la final de la Copa del Rey. La expulsión de Mascherano abrió la espita de la esperanza sevillista ante el cansancio de su equipo. Pero el Barça aguantó hasta la expulsión de Banega antes de la prórroga. Messi dio los dos goles a Jordi Alba y Neymar.

El último precedente fue unos meses después, en agosto de 2016. Luis Suárez y Munir hicieron el 0-2 en la ida y Arda Turan, con un doblete y Messi remataron el triunfo azulgrana sobre el equipo de Sampaoli. En total, en estas cinco finales, Messi hizo 6 goles al Sevilla. Muchos focos estarán en el argentino, una vez más, en esta sexta final entre ambos. ¿Psicosis? La ilusión debe enterrarla.

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