Para el nuevo estilo de Pablo Machín parte con desventaja Nolito. Por el propio dibujo que quiere imponer el entrenador soriano, con carrileros, el sanluqueño se quedaría sin sitio en el once del Sevilla, en el que casi siempre jugó como extremo izquierdo, a pierna cambiada. Ahí mostró su calidad a cuentagotas, y también aportó goles: 4 en la Liga, en 30 partidos; 5 en total, en 42 citas oficiales. Pero evidenció carencias físicas.

Su sitio, si Machín sigue apostando por el 3-5-2, sería como segundo punta, nunca en el carril. Pero ahí también tendrá muchísima competencia: desde Ben Yedder o Muriel, si permanecen los dos en el club, a Franco Vázquez. Con todo, el jugador quiere luchar contra ese estigma de su difícil encaje en el nuevo estilo de un Sevilla más físico, más directo, con jugadores de banda más fuertes y con más recorrido.

El jugador habló de Machín en SFC Radio: "Al míster no lo conozco, pero en Girona ha hecho una gran temporada y va a tener una plantilla muy competitiva. Nos conoce bien seguro y sabrá cómo jugar. A ver lo que pasa en la pretemporada, pero si el Sevilla lo ha elegido es por algo", dijo.

La "alegría" de que siga Caparrós

Tras firmar tres temporadas, Nolito se siente en deuda. Y está dispuesto a demostrar que no se equivocó el Sevilla cuando apostó fuerte por él, pues pagó 7 millones de euros por su traspaso. "A veces las cosas no salen como uno quiere y me siento un poco frustrado, porque me habría gustado hacer más goles y jugar más. Tengo dos años de contrato y siempre he dicho que he venido a triunfar. El futbolista siempre quiere sentirse útil y con confianza para demostrar su fútbol", explicó el atacante, que ve muy positivo el desembarco de Caparrós: "En esos cuatro partidos demostró que a veces las cosas son más simples de lo que parece. Es una alegría que siga con nosotros y seguro que nos va a meter mucha caña, que siempre viene bien".