El Deportivo Alavés trata de reencontrar sus señas para abandonar ese tembloroso balcón inmediatamente superior a los puestos de descenso. En las tres primeras jornadas anduvo el séptimo en la tabla, pero precisamente tras la victoria del Sevilla en Mendizorroza, con aquel gol de falta directa de Joan Jordán, el Glorioso describió una trayectoria descendente. Hoy es el decimocuarto, a seis puntos del despeñadero. No se debe descuidar, pues.

Si no se está mostrando todo lo regular que quisiera, es por su quebradizo andamiaje como visitante. Es el segundo equipo que más goles ha encajado lejos de su estadio: 23 por los 25 del Mallorca. Como ha salido diez veces, la media es de 2,3 tantos por encuentro, demasiado alta, impropia de un equipo que siempre fue muy duro de pelar. De ahí que Garitano rebusque esas señas perdidas.

En espera de ese reencuentro, el Alavés sobrevive por una cualidad que en el fútbol da muchísimo: su protagonismo y buen desempeño en ambas áreas. En la propia sigue a gran nivel Dani Pacheco, uno de los mejores porteros de la Liga; y en el área rival, el dúo Lucas Pérez-Joselu lleva 16 goles en total en esta Liga. Ocho cada uno. Y el Alavés ha metido sólo 21, con que...

Sin balón

El Alavés no va a tener reparos en darle el balón al Sevilla y plantar sus dos líneas bien juntas por delante de Pacheco. Su defensa no suele tomar riesgos en la salida del balón y aunque sus laterales, Martín Aguirregabiria y Rubén Duarte, se desdoblan con cierto peligro, se distinguen más por su agresividad y buenos conceptos en el cierre de sus bandas.

Fernando Pacheco

En el eje de la defensa, Ely y Laguardia han sido la pareja habitual tras la marcha de Maripán al Mónaco, pero el primero cumple sanción hoy. Es posible que Ximo Navarro, lateral o central, lo sustituya. Por delante de la zaga, Garitano mete músculo para trabar y salir a la contra: el lesionado Pina, Manu García, antes Wakaso.

Con balón

La salida vertical y en pocos toques distingue al Deportivo Alavés, un equipo nada barroco en la elaboración de su juego, entre otras cosas porque no anda sobrado de talento e imaginación en la zona ancha. Asier Garitano ordena un 4-5-1 en fase defensiva –uno de los puntas se escalona– que se transforma en 4-4-2 en fase ofensiva, con Lucas Pérez, hoy ausente por unas molestias en el pubis, más atento a abrirse a una u otra banda y Joselu más centrado en fijar a los centrales con su corpulencia y manejo del cuerpo a cuerpo.

Por fuera, el Alavés suele ser un equipo punzante, que irrumpe para sorprender a la zaga contraria saliendo o descolocada. El cabecense Luis Rioja ha tomado el relevo de Jony por la izquierda, y por la derecha, Aleix Vidal, que no jugará hoy por exigencias de contrato, se está abriendo paso con creciente protagonismo y con goles importantes. Su sustituto natural es el escocés Burke, mientras que el recién llegado Camarasa se ha acoplado con Manu García por dentro.

Lo mejor

Organización e intensidad.

Lo peor

Falta de calidad en la medular.